Emilio Botín, primus inter pares

Emilio Botín, una figura relevante de la vida social de este país, ha dearrollado en muchos sentidos el paradigma del banquero. No sólo por sus dotes y su habilidad para consolidar y ampliar su gran imperio bancario -se ha destacado que ha sido bisnieto, nieto, sobrino, hijo, hermano y padre de banqueros- y por haber sido pieza clave en la modernización de este peculiar negocio en este país, sino también porque ha sabido sortear las procelas políticas, eludir las borrascas y encontrar con todos los gobiernos un statu quo pacífico y colaborativo. Botín siempre dijo a los sucesivos presidentes del gobierno lo que éstos querían escuchar, lo cual era una manera de no interferir en el proceso político.

Licenciado en Economía y Derecho por la Universidad de Deusto, en 1986 alcanzó la presidencia del Banco después de un largo trayecto por el mismo que recorrió peldaño a peldaño. Durante su largo reinado, consiguió crecer mediante una serie de fusiones que concentraron en su mano a varias de las entidades históricas españolas. En 1994 adquirió Banesto, lo que convirtió al Santander en la primera institución bancaria española. En 1999, el Banco de Santander y el Banco Central Hispano llevaron a cabo la primera gran fusión bancaria en la Europa del euro; se formalizó así la mayor entidad financiera de España y líder en Iberoamérica. Además, la institución ha realizado numerosas compras e inversiones en el extranjero; en 2009, por ejemplo, compraba el Sovereign Bank de los Estados Unidos No puede ignorarse tampoco, en esta hora postrera, el papel de Botín en el mundo de la cultura y el deporte: ha sido un gran mecenas en el campo universitario y un impulsor de todos los deportes de nuestro país.

El negocio bancario no da lugar a sentimentalismos; de ahí que hoy mismo el Banco de Santander vaya a tener nuevo presidente. Y aunque podría haber sorpresas, todo indica que la responsabilidad descansará en la primogénita de Emilio Botín, Ana Patricia, muy experimentada en el negocio bancario y sin duda imbuida en los valores de su progenitor. La saga continúa.