Muguruza pone a prueba su madurez en Australia

«Sé que tuve un buen final de temporada el año pasado, pero ahora llego sin expectativas. Todas empezamos de cero, es un nuevo año. Llego con una actitud positiva», comentó Garbiñe. Después de no haber completado ningún partido en el 2016 por culpa de su pie izquierdo, esa lesión parece no preocuparle: «Está mucho mejor. Es una molestia que he tenido otras veces y gracias a que he tenido varios días de descanso noto que está evolucionando bien», confirmó la joven.

Lo que sí parece inquietarle son las esperanzas puestas en ella: «Todo el mundo espera que haga un buen año, así que será un año muy difícil para mí porque nunca he estado en esta situación. Mi objetivo es estar calmada». Para ello será fundamental Sam Sumyk, su entrenador actual, que llevó a Azarenka a ganar dos veces el Abierto de Australia. Precisamente es Azarenka, la gran tapada del cuadro femenino, con la que se encontraría en unos hipotéticos octavos de final. Con Serena, Sharapova o Kvitova solo se vería las caras en la final.

Antes que la tenista nacida en Caracas debutará Carla Suárez. La canaria jugará c-ontra la suiza Golubic en la madrugada del domingo al lunes. La número doce del mundo, décima favorita en tierras australianas, aspira a mejorar su discreto resultado de la temporada, donde no pudo pasar de la primera ronda. «Mi objetivo es competir con tranquilidad, poner en pista todo lo trabajado en los entrenamientos y alcanzar un buen nivel en los partidos», señaló la canaria, que junto a Muguruza son las grandes esperanzas españolas en el primer Grande del año.