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PPLL
Martes, 31 de mayo 2016, 10:58
Iker Irribarria comparecía tranquilo pero feliz en la sala de prensa del frontón Bizkaia. «Me da igual ser el campeón más joven o el más viejo. Quería cumplir un sueño y lo he logrado», explicaba el delantero guipuzcoano. A pesar de dominar en el marcador ... y haber abierto brecha, Irribarria no se vio campeón: «Con Urrutikoetxea no se puede dar un partido por ganado. El año pasado fue capaz de dar la vuelta a dos finales, así que nunca se puede dar un partido como ganado ante él», reflexionaba.
Una de las claves del triunfo en la final de Bilbao, según Iker Irribarria, fue el saque. Cuando hizo daño, logró distanciarse y cuando se mostró más dubitativo, dio alas a su rival. Por eso sabe que, aunque el presente resulta brillante, debe seguir mejorando: «Tengo que trabajar y mejorar. Ahora toca celebrar, pero luego habrá que volver a entrenar».
En un «momento especial», como lo definió el nuevo campeón del Manomanista, éste se acordó de su familia y de su hermana, a la que dedicó la chapela porque «está sufriendo mucho a causa de las lesiones».
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