Desde Madrid pasando por Santo Domingo para llegar a la cita

Pidió un día de permiso a su jefe y salió zumbando para Logroño nada más terminar de trabajar por la tarde. Hasta el propio Titín alucinaba con la motivación de este calceatense, que ya tiene entradas para ver al caracolero el domingo en el Adarraga.

«He tenido que hacer mil llamadas, pero al final me he salido con la mía», reconocía ayer. Del pasado glorioso del Madrid, de la época dorada de los frontones, del mítico Beti Jai de la calle Marqués de Riscal y de otros como el de La Elipa o el del Triángulo del Oro se pudo hablar con este seguidor infatigable.

Desbordante de alegría estaba Juan Carlos Martínez, de Calahorra, a quien su amiga Miriam le regaló la cita con Titín. Feliz por ambas partes, Juan Carlos disfrutaba de la velada con el pelotari, al que admira y por el detalle de su amiga, a la que ya tiene pensado cómo recompensar por su generosidad. Emocionado, le mostró a Titín unas fotos y también le regaló unas conservas de la tierra.

A Ester Sáenz le gusta la pelota por la constancia de su padre, que es el que alimenta su pasión cada semana pegado en la tele. «Le gusta a rabiar», dijo Ester «y no os podéis imaginar la ilusión que le hizo que pudiera venir. Lo primero que me dijo es que si la invitación era para dos y le dije no», confesó esta buena aficionada que empezó a alimentar su afición porque probablemente su padre se adueñaba del mando a distancia y ahora ha derivado en que ella sea también una buena aficionada.

En la mesa, también un animoso Eugenio Aguilera, que participó en un programa del 'Conquistador del fin del mundo' y un pamplonica como Francisco Javier Balerdi, que tiene parentesco con el zaguero de Estella.