Lorenzo cierra un Jerez perfecto

El de Cervera subió al podio por segunda vez en el año y limó en cuatro puntos la distancia en la general respecto al líder, Valentino Rossi, que esta vez no obró 'el milagro de los domingos'. El italiano pudo sumar su podio 200 como mundialista, aunque sin lograr alcanzar a Márquez, pese a un esfuerzo extra en el último tercio de la prueba, tras unas vueltas en la que pareció poder recortar la distancia con el segundo puesto. «A lo largo de todos estos años he conseguido tantos trofeos que los tengo repartidos. Unos están en casa, otros en la de mi madre, otros los tiene Graziano (Graziano Rossi, expiloto y padre de Valentino)", comentó Rossi tras completar el cien por cien de podios este año. «La verdad es que no sabía si lograría llegar a 200. Cuando volví a Yamaha vimos los que habíamos logrado, y nos pusimos como una de nuestras metas este número, así que esto lo hemos conseguido».

«Llegó un momento en el que pensé 'será como Argentina, me acabará pillando', aunque esperaba que el resultado final fuera diferente», comentó Márquez sobre la posibilidad de otra pelea con Rossi -tras la polémica de Termas de Río Hondo- que no llegó. El de Honda trató de agarrarse a la rueda de Lorenzo desde la primera curva, aunque muy pronto éste comenzó a marcar un ritmo imposible. Puro Lorenzo con eso que a él y a los suyos les gusta describir con la frase 'sacar el martillo'. El mallorquín martilleó el trazado andaluz giro a giro para completar una carrera en la que mostró una superioridad que hacía tiempo no enseñaba. «Si alguien me llega a decir que iba a dominar todos los entrenamientos y ganar la carrera hubiera sido difícil de creer tras las primeras carreras, pero ha sido así. Me recuerda mucho a cuando tenía 16 años en 2003, que llegaba de Portugal, donde fui sexto, y en la siguiente prueba en Brasil gané la carrera. Esto ha sido similar porque en las primeras carreras, por alguna razón o por otra, no pude estar en el podio».

Por su parte, Márquez abrió su propio hueco de seguridad ante Rossi, que se mantuvo entretenido en las primeras vueltas en su pelea con Pol Espargaró. El campeón de Moto2 de 2013 completó en Jerez su mejor fin de semana del año, con un cuarto puesto en la parrilla de salida, un primero en el 'warm up' previo a la carrera y el quinto puesto final, por detrás del británico Cal Crutchlow y de los tres inquilinos del podio. «El único problema de la carrera ha sido el brazo derecho», explicó Márquez, que finalmente sí que se infiltró para las 27 vueltas del domingo. «En el izquierdo el dolor no era muy grande, pero tenía menos fuerza e inconscientemente utilizaba más el derecho. Esto ha hecho que se me agarrotara. A partir de ahí he ido gestionando la fuerza, porque sabía que si iba agresivo como siempre iba a durar lo que duraba en los entrenos: cuatro vueltas o cinco, y después perdía muchísimo».

«No sabía en qué grado podía afectar a Marc su lesión, pero tiene 21 años, una forma física perfecta y en carrera hay un montón de adrenalina, así que sabía que no lo alcanzaría por eso», comentó Rossi, que desde el liderato del Mundial de MotoGP ya sabe que no sólo va a tener que seguir enfrentándose al mejor Márquez, si no que a partir de ahora va a tener también enfrente al mejor Lorenzo. Le Mans vivirá el quinto capítulo de una lucha a tres en la que se mantiene 'infiltrado' Andrea Dovizioso -noveno tras sufrir una salida de pista en la segunda vuelta- y a la que habrá que ver si, esta vez, llega Dani Pedrosa, con el visto bueno médico desde antes de Jerez, pero todavía sin la confianza necesaria para afrontar su esperado regreso a las pistas.