Hamilton saca petróleo hasta de los errores

Rosberg tampoco. El alemán, unas pocas curvas después que Hamilton, también se fue largo hasta la tierra de las escapatorias del circuito austríaco, para culminar otra decepcionante actuación que es gasolina para sus críticos. El alemán saldrá segundo tras su compañero, después de protagonizar un nuevo capítulo de su versión más RosBerger, ya que le comparan con Gerhard Berger, quien fuera compañero de Ayrton Senna en la McLaren gloriosa posterior a la época junto a Alain Prost.

Por detrás, bastante más de lo deseado, saldrá Carlos Sainz. Concretamente, lo hará en la duodécima posición, tras una también decepcionante clasificación para él. Y lo hará gracias a la sanción a Daniil Kvyat, uno de los afectados por la normativa tan restrictiva del ahorro de piezas. El madrileño de Toro Rosso no ocultó su enfado con el equipo, que le hizo salir a pista con tráfico y además con un coche más pensado en clasificación que en carrera, por lo que sufrirá mucho más de lo previsto para adelantar.

En el caso de Fernando Alonso, el piloto asturiano se ha empeñado en poner buena cara al mal tiempo. Alonso repitió dos veces la expresión «vamos en la dirección correcta» cuando le preguntaron por el lamentable rendimiento y fiabilidad que McLaren está mostrando este fin de semana. El asturiano acabó la clasificación con el decimoquinto tiempo, muy lejos de los de arriba. Pero no saldrá desde ahí, sino desde mucho más atrás. De hecho, literalmente debería salir desde la 40ª posición, ya que lleva consigo un castigo de 25 puestos por montar cuatro unidades nuevas de otras tantas partes de su motor, además de la caja de cambios. Una caja que por la mañana en los terceros libres ya dio el susto.

Y es que Alonso ya tuvo en los terceros entrenamientos libres un prólogo de lo mal que lo iba a pasar en la clasificación. El asturiano duró media hora en pista, cuando empezó a notar algo extraño en su coche. Iba a avisar por radio, pero desde el muro también detectaron la avería y le pidieron parar. En una imagen más que gráfica acerca de cuál es la situación real de los de Woking, Alonso, desde fuera del coche ya, tuvo que parar con el pie un monoplaza que se iba cuesta abajo. Pocas veces una escena fue tan metafórica.

«El objetivo del fin de semana es probar las mejoras aerodinámicas. Mi coche, que está con las novedades, se ha comportado bien. Vamos en la dirección correcta», señalaba el español, con la gorra echada hacia atrás, casi un gesto de rebeldía. Pese a las palabras de Alonso, la realidad es bien distinta. Los datos hablan por sí mismos: en 96 carreras en Ferrari, Alonso abandonó tres veces por problemas mecánicos. Este año ya lleva cuatro en seis grandes premios en su segunda época con McLaren.

Para Jenson Button la cosa fue incluso peor: no pasó el corte en la Q1. También lleva 25 posiciones de sanción y sufrirá el mismo castigo que Alonso e incluso mayor. Aunque para decepción, la que se llevó Kimi Räikkönen. El finlandés quedó eliminado por segunda carrera consecutiva, mientras su compañero acabó luchando por los puestos de arriba. De nuevo, un malentendido con el equipo le privó de algo más. A su favor cuenta que ganará, al menos, tres posiciones por las sanciones que tienen los de delante.