Rosberg da su penúltima dentellada

Pese a su decepción, la estadística está a favor de Hamilton. De las diez poles anteriores que había logrado esta temporada, sólo tres de ellas han acabado en victoria. Además, si acaba justo por detrás de Rosberg, el inglés se alzará con el título. Lo cierto es que la igualdad entre ambos de cara a la carrera se antoja absoluta. Valtteri Bottas fue el único que llegó a poner en duda un nuevo doblete de los Mercedes en la clasificación, aunque de lejos, pero en la carrera puede convertirse en un aliado inesperado para Rosberg. No en vano, si Rosberg gana y Hamilton es tercero, el título se irá para el hijo de Keke.

El éxito de Rosberg y Hamilton es también el éxito de Mercedes, obviamente, pero no sólo como escudería, sino también como motorista. De hecho, ha marcado un hito que estaba imbatido desde el siglo pasado: por primera vez desde 1969, cuando lo logró Ford con el motor Cosworth, una misma marca ha conseguido todas las poles de la temporada. A la escudería alemana sólo se le ha escapado la pole del GP de Austria, que fue para Felipe Massa con el Williams.

Pifia de Ferrari y de Alonso

Fernando Alonso terminó su última clasificación vestido de rojo de manera bastante pobre. El piloto asturiano ha tenido durante todo el fin de semana diversos problemas con los motores de su Ferrari, ya que el viernes montó uno que tuvo un fallo eléctrico y que en los libres del sábado probó sólo durante media hora. Después, le sustituyeron el propulsor por otro menos usado y sin embargo, tampoco funcionó.

Alonso saldrá en una pobre octava posición, justo detrás de un Kimi Räikkönen que lleva varios grandes premios mucho más cómodo. No es la mejor despedida posible, desde luego. El corredor español afirmaba que ese propulsor no tuvo un rendimiento regular durante las sesiones de clasificación, que a veces iba bien y a veces le costaba mucho más encontrarle el buen rendimiento. Sin embargo, y sin quitarle ningún tipo de responsabilidad a Ferrari, el propio Alonso tuvo varios fallos de conducción que le privaron de clasificarse en una posición más alta para la parrilla. En los dos intentos de la Q3 tuvo dos salidas de pista, afectado posiblemente también por ese rendimiento irregular del motor, pero imperdonables para un piloto que quiere despedirse con buen sabor de boca de la que ha sido su casa los últimos cinco años.

Saldrá octavo y no décimo como se clasificó en un primer momento, gracias a una inesperada e involuntaria ayuda de la FIA. Jo Bauer, máximo responsable técnico de la Federación, llamó al orden a Daniel Ricciardo y Sebastian Vettel porque la flexibilidad de los alerones delanteros de sus respectivos Red Bull era excesiva. Un problema que, no obstante, pasó no sólo en esta última carrera del año, sino también en otras varias. Tras varias horas de deliberaciones, y para desesperación del equipo austriaco, la FIA decidió excluir a sus dos pilotos por lo que tanto Ricciardo como Vettel partirán desde el fondo de la parrilla, una despedida algo triste para el tetracampeón del que será su equipo hasta este domingo.

Después de esta clasificación se certificó lo que ya se sabía: este F14-T es, comparativamente con el resto de rivales, el peor Ferrari de las últimas décadas. Por primera vez desde 1986, ninguno de los dos Ferrari saldrá entre los tres primeros en toda la temporada. Esto ha tenido una consecuencia directa en sus pilotos: Alonso y Räikkönen son la primera pareja de compañeros campeones del mundo que no han logrado ninguna pole ni una primera fila de parrilla en toda la temporada. Como dice el propio Alonso, lo mejor está por llegar porque peor es bastante complicado.