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Javier Bragado
Lunes, 9 de mayo 2016, 10:23
Ana Montero trata de preparar a su dúo para la humedad y el calor que espera en Río de Janeiro. Al pie de la piscina encaja los ataques de Anna Tarrés, antigua seleccionadora, y de algún antiguo miembro del equipo por la ausencia ... del equipo en los próximos Juegos Olímpicos. «No creo que sea bueno, las vamos a echar mucho de menos, especialmente yo que hacía equipo con ellas», reconoce a su lado Ona Carbonell, quien no competirá en los Campeonatos de Europa (9-13 de mayo) porque prepara a tiempo completo con Gemma Mengual el dúo olímpico. En el conjunto experimental que saltará a la piscina en Londres tampoco se pondrán el gorro de baño ni Clara Basiana ni Paula Klamburg porque han decidido retirarse.
Concentrado el trabajo de equipo en una nueva generación, ¿cómo va la planificación del dúo?
Tuvimos que acelerar bastante en septiembre porque la idea era en el preolímpico impactar con las rutinas nuevas. Podíamos haber utilizado una rutina del año pasado y decidimos que aunque había poco tiempo íbamos a meter un apretón y aunque la ejecución no estaría en el nivel perfecto, ni cerca, es cierto que sería un apretón y aprovechamos la presión del preolímpico para intentar meter bastante aire al tema. Pudimos hacer un buen descanso después y hemos retomado los entrenamientos con el tiempo suficiente para realmente llegar a los Juegos con esa habiendo pulido esos detalles, habiendo descubierto más cosas entre ellas. Ya teniendo las coreografías hechas, que vamos a darles una vuelta para dar alguna sorpresa, diría que estamos en al línea prevista o mejor.
¿Se cumplió el resultado que esperaban en el preolímpico?
Sí, sí (se refiere al dúo). Sobre todo por lo que pudimos percibir de los árbitros. De inicio te decían muy bien, me faltaría esto, esto y esto. Cuando los jueces te dan ese primer mensaje, pues te quedas con eso. Obviamente hay cosas a mejorar. El tema es que nosotras ya hemos enseñado nuestras cartas y veremos en qué momento podremos ver las de las demás y ver dónde nos encontramos con esa información.
Han hablado mucho de esos mensajes de respuesta de los jueces. ¿Les preocupaba tanto?
Lo más importante era cumplir con las expectativas. En el momento en que tienes a dos de las mejores nadadoras de la historia de la sincronizada de los últimos 15 años eran muy altas. Era muy importante cumplir y la sensación fue que habíamos cumplido, aunque con aspectos a mejorar. Con dos rutinas de casi tres minutos cada una y una pareja que es bastante nueva en cuanto a compenetración obviamente la perfección o las notas altas de 9.5 a 10 era complicado llegar, pero empezamos a ver notas buenas.
¿Cómo está el grupo después de haberse quedado fuera de Río 2016?
Fue una sensación agridulce. La competición se vivió superexitosa de inicio y con un bajón importante final porque a nadie le gusta quedarse fuera de los Juegos. Pero en el deporte hay que saber que es así, que el caerse puede ser permitido pero levantarse es obligatorio. El secreto está en cuánto tardemos en levantarnos. Cuanto menos tiempo tardemos en recomponernos emocionalmente, afrontemos lo que es eso, que es deporte, mejor. Cada uno tiene su proceso. El dúo ya lo ha encaminado y están otra vez con la flecha en al dirección en que tiene que ir. El equipo está entrenado para ello. En este sentido, no ha sido una época fácil pero nos estamos levantando con fuerza.
Ona Carbonell no pudo participar con el equipo en el preolímpico por unos vértigos ¿Fue un golpe más mental que físico para los planes?
La reacción fue impresionante. Olga Ramis cogió su sitio, tuvimos poco tiempo y se compitió. Teníamos la certeza de que después del TAC Ona se iba a recuperar porque era cuestión de tiempo. Toda esa fortaleza que le vi al equipo es una cosa que les dije, cómo habían reaccionado porque a pesar del mal sabor de boca había que aplaudir cómo habían nadado en la final a pesar de no tener a su mejor deportista, a su mejor compañera.
¿Hasta qué punto los resultados actuales afectarán a las prometedoras jóvenes que hay ahora?
Todo el trabajo está encadenado. Las deportistas referentes son precisamente esa referencia para lo que viene por debajo. En sincronizada hay una cosa: no puedes saltar de un sitio a otro de la noche a la mañana. La madurez deportiva a nivel de trabajo en el agua, de expresión artística, de horas de 'pececillo', de correcciones, de sensaciones, de transformarte en que tu medio sea el acuático y no el terrestre es cuestión de tiempo. En el caso de Ona es mucho más madura para su edad pero hay procesos que no puedes adelantar.
Las críticas no han llegado sólo de la antigua seleccionadora sino de antiguas nadadoras como Thais Henríquez. ¿Qué le ha parecido?
En este caso creo que hay valores deportivos a los que hay que hacer referencia: respeto, educación, 'fair play'. Esa va a ser mi línea de respuesta. Con eso basta y cada uno que lo entienda como considere.
A veces se olvida de que Tarrés entrena a Ucrania y también es un rival que puede usar las armas psicológicas, ¿no?
Se olvida que también es un rival... y que el espíritu deportivo y olímpico conlleva unos valores con los que hay que ser consecuente.
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