A la piscina olímpica, primero las mujeres y los jóvenes

En la pileta del Club Natació Sabadell se vivieron momentos de emoción y de alegría por la juventud de los clasificados. La primera sorpresa fue la de Hugo González, un nadador menor de edad que competirá en los 200 metros espalda en Río porque se proclamó campeón de España de la especialidad y bajó de la mínima tanto en las series como en la final. El espaldista del Canoe ganó su prueba con 1:57.65 y celebró su hazaña con un abrazo al salir del agua con su hermana Nadia, también nadadora. Junto a él viajará un fondista de gran proyección, César Castro, quien se lució con 15:08.00 en los 1.500 estilo libre en una prueba que dejó sin premio a su rival Marc Torres (paró el crono en 15:09.51). «Había luchado para intentar bajar mi marca pero no esperaba una mínima olímpica. Ha sido una prueba difícil desde el principio, han salido rápido y he intentado salir con ellos para no perder la carrera. Me ha dado por decir 'voy a intentar un poco más', porque me encontraba bien, pero ha sido un fallo la verdad me ha empezado a pesar el esprín», confesó el de Plasencia.

No obstante, la más alegre de las jóvenes clasificadas fue África Zamorano, quien remontó con una increíble actuación en los 200 metros espalda para establecer un récord histórico (2:09.96). «No puedo decir nada. No me lo esperaba, la verdad, y menos en 200 espalda. Cuando he llegado a la pared no me esperaba que fuera 2.09», gritó exultante al abandonar la piscina. Junto a ella sacó su billete la veterana Duane Da Rocha, nacida en Brasil y criada en Mijas, que manejó el tiempo en la sesión matinal (2:09.82) para asegurar el subcampeonato en la semifinal con la mínima ya conseguida.

Las grandes bazas españolas no fallaron. La catalana Jessica Vall, bronce mundial en 200 metros braza, logró parar el cronómetro con el tiempo necesario en la distancia de los 100 metros en la sesión matinal (1:07.40, medio segundo menos que su mejor marca del año) y certificó el pase con una fácil victoria en la final. «Esta mañana he salido a por todas a intentar la mínima y esta tarde a disfrutar», reconoció la licenciada en Biomedicina que tratará de clasificarse en dos pruebas más durante los próximos días. Por supuesto, Mireia Belmonte empezó a rellenar su lista de mínimas posibles con dos pruebas. Primero se ganó la plaza en los 200 metros espalda (2:06.3) y después apuntó los 800 metros estilo libre (8:27.94), dos carreras que ganó con cierta facilidad.

Quien se quedó sin plaza olímpica fue la velocista Fátima Gallardo, aunque logró el récord de España (25,43) en la final de 50 metros braza. Tampoco se clasificó Carlos Peralta, quien tocó la pared de la piscina a dos centésimas de la mínima en el 200 metros mariposa con su tiempo de 1:56.78. Todavía les queda la opción del Campeonato de Europa de mayo que se celebrará en Londres y que servirá al equipo técnico de la Federación Española de Natación para completar las plazas que hayan dejado disponibles los prometedores jóvenes y las ambiciosas mujeres que brillaron en el primer día del campeonato.