Primera carrera sobre barro

Para muchos atletas ese fue el principal problema, especialmente en los giros de 180 grados que dibujaba el circuito. El césped desapareció con las pisadas y esos tramos se convirtieron en verdaderas pistas de patinaje para los escolares que no corrían con clavos en sus zapatillas.

Pese a todo, no hubo que lamentar más que algunos resbalones que también se produjeron fuera del circuito, cuando los padres corrían de un lado a otro de las piscinas municipales calceatenses para animar sin descanso a sus jóvenes atletas. Y es que, sin duda, y como suele ser habitual en las carreras escolares, los padres se convierten en los mayores sufridores de las jornadas de campo a través.

Ahora, en cualquier caso, tendrán tiempo para descansar hasta mediado el próximo mes de enero, cuando en Aldeanueva de Ebro (también en el torno de las piscinas y las instalaciones deportivas municipales) se celebre el segundo cross de la campaña escolar. Entretando, muchos de los jóvenes atletas que corrieron el pasado cross aprovecharán para disputar las distintas San Silvestres más o menos lúdicas de las distintas localidades riojanas.