Thiago asume el mando

«Es normal que tenga más confianza con Lopetegui (que con Del Bosque). Nos conoce a muchos perfectamente de la sub-21, igual que nosotros a él, y eso hace que sea todo un poquito más fácil. No sentimos que haya transiciones. Aquí no venimos a probar, venimos a competir duro y conseguir todo lo que podamos», explica cuando se le recuerda que Del Bosque, pese a hacerle debutar en 2014, le consideraba más un revulsivo que un jugador clave.

El técnico vasco siempre apostó en las categorías inferiores por el mayor de los Alcántara, que ha pasado de lucir el '14' a llevar un número tan emblemático como el '10'. Con Julen completó quizá el mejor partido de su vida, con tres goles en la final del Europeo sub-21 de 2013 en el Teddy Stadium de Jerusalén ante Italia. Ese 'hat-trick' perfecto (uno con la cabeza, otro con la izquierda y el tercero con la derecha) le cambió la carrera, ya que le permitió irse al Bayern por 25 millones de euros.

Lopetegui le ha disfrutado pero también le ha sufrido, ya que el hijo de Mazinho anotó uno de los goles en la remontada del Bayern al Oporto en Múnich. En la ida ya marcó el 3-1 en Do Dragao y en el Allianz repitió para que los alemanes apeasen de las semifinales al cuadro luso que entonces dirigía Lopetegui.

Por todo ello, era casi esperado que, desde su estreno, el seleccionador le otorgase el mando del equipo. Le colocó junto a Koke, y por delante de Busquets, para generar fútbol junto a Silva en sus dos primeros partidos ante Bélgica y Liechtenstein. El regreso de Andrés Iniesta le dejó en el banquillo ante Italia, aunque compareció en la recta final del partido para sujetar el empate en Turín.

Desde entonces ha sido siempre titular, aunque ante Israel se fue sustituido por unas molestias tras uno de sus mejores partidos con la absoluta. Completó 60 pases correctos, dos de los cuales terminaron en gol, pero sobre todo descarado y tratando con su primer control de generar ventaja en la siguiente acción ante un equipo encogido.

Se inventó un gol que anotó Vitolo, asistió a Costa en el 3-0 y rozó el suyo propio pero el larguero lo evitó. «Fue una pena ese disparo, pero lo importante fue el buen partido que hicimos y los tres puntos», explicó en Las Rozas antes de bromear con el córner que convirtió en asistencia de gol a Costa.

«Tenemos tres grandes cabeceadores como Sergio (Ramos), Gerard (Piqué) y Diego (Costa). Puedes elegir cualquiera. Muchas veces buscas a Sergio por su fuerza, pero le debía algún pase a Diego, que llevaba todo el partido pidiéndome que le pasara (risas). La satisfacción no son los pases de gol, es la victoria final y ver como jugaron todos».

Thiago, poco amigo de comparecer ante los medios, está llamado a adquirir ese rol de sustituto de Xavi Hernández que tanto puede presionar. Ser la referencia, poner el ritmo adecuado, dar sentido al juego, ser el garante de la posesión, oxigenar salida de balón apoyado por Busquets y buscar el juego entre líneas a la espalda de Diego Costa es un reto para Thiago.

«Uno se encuentra mejor siempre que juega al lado de grandes futbolistas, tengo la suerte en mi equipo y en la selección de poder jugar con grandes futbolistas que me hacen disfrutar. Todo sale natural cuando físicamente te encuentras bien y estás sano. Tu nivel de fútbol crece cuando alrededor tienes grandes futbolistas. Es indudable que con tamañas figuras te sientes mejor. Quieres ser parte de ello y disfrutar». Y aunque a veces por su seriedad en las respuestas no lo parezca, Thiago disfruta ahora más que nunca en 'La Roja'.