Aplaudamos a Piqué

Jamás he pitado a mi equipo. Ni siquiera cuando elLogroñés tenía una de esas tardes tontas y soporíferas en las que nadie daba una a derechas y acababa encajando espantosas goleadas. Yo me lamentaba, echaba algún juramento y despotricaba en voz muy baja, casi sólo con el pensamiento, pero ni silbaba ni abucheaba. Siempre me pareció que el primer deber de un hincha pacífico era éste: apoyar a su equipo en todo momento. Cuando las cosas venían mal dadas y eso en Las Gaunas sucedía con frecuencia, yo me callaba y punto. Jamás pitaría a mi equipo.

El viernes juega en Logroño la selección española de fútbol. Yo iré. Me pondré la camiseta roja de cuando ganamos el Mundial, con la estrellita bordada, llevaré a mi hijo al campo, cogeré unos bocadillos y recordaré con él aquella tarde en Johannesburgo, cuando todos íbamos con Casillas, con Xavi, con Piqué, con Iniesta, con Ramos.

Llega la selección a Logroño para jugar este viernes un partido oficial contra Luxemburgo. No es desde luego un rival temible, pero conviene recordar que el partido es oficial y que una victoria nos clasifica directamente para jugar la Eurocopa de Francia. Sin embargo, parece que la única diversión de la noche consistirá en saber si el público de Las Gaunas pitará o no a Gerard Piqué. Algunos medios informativos deportivos, que parecen gozar de poderes adivinatorios, dan por descontado que el central del Barcelona será de nuevo abucheado.

Yo no le pitaré. Más aún: le aplaudiré con ganas. En primer lugar, porque es un jugador español, un jugador de mi equipo. Y en segundo término porque no veo razón alguna para reprocharle nada. No sé, la verdad, por qué la gente la ha tomado con él. ¿Porque se metió irónicamente y con bastante gracia con Cristiano Ronaldo? Vaya filfa. ¿Porque se supone que es independentista? En todo caso, si lo fuera, deberían enfadarse los independentistas, que ven cómo uno de los suyos abjura de sus ideales para vestir la camiseta del estado opresor. A mí, que soy un español sin énfasis y odio todo tipo de nacionalismo, me parece de perlas.

No sé cómo piensa Piqué ni me importa. Es un magnífico defensa central y el viernes jugará en mi equipo. Cuando toque su primer balón en Las Gaunas, le aplaudiré. Como aplaudiré a Sergio Ramos o a Isco, si acaso don Vicente los alinea. Allá ustedes si prefieren pitarle, pero me gustaría que Logroño diese muestra de señorío y demostrase que, en contra de lo que opinan tantos nacionalistas cerriles, en España, esta vieja y fatigada nación, cabemos todos.