La final del Mundial de Catar será el 18 de diciembre de 2022

El Comité Ejecutivo de la FIFA ha seguido las recomendaciones del grupo de trabajo del organismo que dirige el fútbol mundial, que sugería cambiar las fechas de un posible Mundial en verano para evitar las altas temperaturas del verano catarí, ya que en esta estación en ocasiones han alcanzado los más de 50 grados centígrados. Otro objetivo del máximo organismo del fútbol es no competir con los Juegos Olímpicos de Invierno por los prejuicios económicos que causaría, especialmente con el reparto de los derechos de televisión.

No obstante, la decisión de jugar en el otoño astronómico boreal ha contrariado a los clubes y campeonatos europeos. Aunque la Unión de Asociaciones de Fútbol Europeas (UEFA) se ha mostrado dispuesta a modificar el calendario de la Liga de Campeones y de la Liga Europa, desde las competiciones locales se ha alzado la voz. A la cabeza de los descontentos se ha colocado la riquísima 'Premier League' por su tradición del 'Boxing Day' y su maratón de partidos en diciembre. En España la Liga de Fútbol Profesional (LFP) avanzó el mes pasado que este cambio en el calendario «perturbará el funcionamiento normal de los grandes campeonatos y causará grandes daños». En Alemania, donde las plataformas televisivas están preocupadas por la rivalidad con los deportes de invierno, el director del Borussia de Mönchengladbach, Max Ebrl, avisó: «Tendrá un impacto sobre el calendario de la Bundesliga por dos o tres años». El mismo discurso abanderan en Francia. El influyente presidente del Olympique de Lyon, Jean-Michel Aulas, dijo: «Estoy a favor de la Asociación de Clubes Europeos (ECA) y de la Asociación de Ligas Profesionales Europeas (EPFL) y considero que la fecha no es la más apropiada».

Polémica por la compensación

Las ligas europeas son conscientes de que el Mundial hará del fútbol un deporte de invierno en 2022, por ello reclaman «compensaciones económicas», reivindicación que por ahora está siendo rechazada. «No habrá compensación económica, hay siete años para organizarse», avanzó en febrero el secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke, aunque todo puede cambiar con las elecciones de la FIFA que se celebrarán en mayo.

Desde la atribución de la sede del Mundial 2022 a Catar en diciembre de 2010, el evento ha estado salpicado de controversias. Además del debate sobre las fechas de disputa, se han sucedido acusaciones de corrupción y denuncias sobre las malas condiciones de trabajo en las obras de preparación de la Copa del Mundo. El estadounidense Michel Garcia llevó a cabo una investigación sobre los procesos de elección de Rusia y Catar como sedes de los mundiales de 2018 y 2022 que culminó con su dimisión después de que la publicación de su informe de 350 páginas fuera prohibida por el Comité de Ética de la FIFA. «La transparencia no pretende avergonzar a algunos individuos al airear sus trapos sucios o a dañar a una organización mostrando lo que hizo mal. Al contrario», aseguró el abogado estadounidense y reveló que Ángel María Villar, Michel D'Hooghe, Worawi Makudi, Franz Beckenbauer y Harold Mayne-Nicholls no habían colaborado a esclarecer el asunto.

Por otra parte, las condiciones laborales en la construcción de las estructuras han sido denunciadas por varias organizaciones independientes. «Como han dicho algunas organizaciones de los derechos humanos, se han realizado progresos, sobre todo con las normas introducidas en las obras de construcción, pero Catar debe hacer más para asegurar unas condiciones de trabajo justas para todos», reconoció el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, antes de las reunión sobre las fechas del Mundial. El Emirato prometió en 2014 abolir la 'kafala' (el sistema que convierte a los trabajadores prácticamente en propiedad de los empresarios al entregar su pasaporte al empleador) y sustituirlo por un «sistema de contratos de trabajo» con un pago de salarios mensual. Pero eso no es lo peor. Según el diario británico The Guardian, durante el año 2014 murieron 188 inmigrantes por unas condiciones exigentes. Desde Catar se reconocieron 35 fallecimientos oficiales debidos a accidentes de trabajo.