Florentino despide a Ancelotti

Tras negociar el finiquito con el preparador italiano, al que le restaba un año de un contrato por el que percibe 7,5 millones anuales netos, Florentino anunciará la próxima semana el nuevo inquilino del banquillo merengue. «Sería muy bueno que hablase castellano», anticipó en lo que se interpreta como un guiño a Rafa Benítez, la primera opción. Será su décimo técnico en 12 años al frente del club. Una trituradora.

Ni el apoyo mayoritario de los aficionados, ni tampoco el peso de la plantilla, han modificado los planes florentinianos. Sergio Ramos fue el primero en alzar la voz cuando recordó que «si el Madrid reinó en Europa, también fue por Ancelotti». «Debería seguir, es un ganador y un grandísimo técnico», insistió el brasileño Marcelo. «La marcha de Carletto sería dura y fuerte para nosotros», apostilló el colombiano Jamés Rodríguez. Y Cristiano Ronaldo lanzó un órdago al presidente con un tuit que incendió las redes sociales: «Espero trabajar junto a él la próxima temporada. Gran entrenador y excelente persona».

Aunque Pérez interpretó estos apoyos como «gestos de afecto y cariño», que de puertas hacia afuera no le molestaron, habrá que ver si esta osadía del portugués no le pasa factura o, en otra lectura, puede abrirle las puertas de un suculento traspaso si no es feliz. Aunque Cristiano es un jugador franquicia, diversos sectores del madridismo anticipan que Florentino escucharía este verano grandes ofertas por algún galáctico. A sus 30 años, no sería una locura traspasar a Ronaldo si es cierto que clubes como el PSG, o el Manchester United, pagarían hasta 125 millones por el Balón de Oro. No son jugadores comparables, pero en 2003 Florentino prescindió de Fernando Hierro por hacer una encendida defensa de Del Bosque, cuando el adiós del técnico ya estaba cantado.

De cabeza

El máximo mandatario sabía que Ancelotti no era su hombre desde hace un año. Pero tuvo que cambiar de estrategia tras la conquista de la décima en Lisboa. Ese cabezazo de Sergio Ramos en el descuento, y el paseo posterior en la prórroga ante el Atlético, salvaron la cabeza del italiano, que sí le hizo tilín al presidente durante la espectacular racha de 22 victorias consecutivas y la consecución del Mundialito en Marruecos, esta campaña. A partir de ahí, el preparador de Reggiolo volvió a caer en desgracia para su jefe.

Estaba sentenciado desde que el Schalke 04 estuvo a un gol de eliminar al Real Madrid en octavos de la Champions. El 3-4 del Bernabéu y las protestas del respetable, los consideró Florentino humillantes. Aunque convocó a los periodistas para desmentir una portada de Marca en la que se daba por hecha la destitución del técnico en caso de debacle en el Camp Nou, ya había veredicto.

El remate final

Sólo la undécima o la Liga hubieran rescatado a Carletto, acusado por Florentino y su entorno de realizar una mala gestión de la plantilla, de poca cintura táctica, de trabajar con un equipo obsoleto en cuestiones de táctica, estrategia y, sobre todo, preparación física, y hasta de ser extremadamente bondadoso con los jugadores.

La eliminación ante la Juventus fue el remate final. Ya sólo quedaba esperar hasta el final oficial de curso. Una temporada huérfana de grandes títulos pesó más que el respaldo de la plantilla, y que esa imagen de elegancia y señorío que transmite el italiano y combina de maravilla con los valores que siempre trató de vender el Real Madrid ante la opinión pública.