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Rodrigo Errasti Mendiguren
Jueves, 9 de marzo 2017, 00:10
Las remontadas se asocian en el fútbol al Real Madrid pero desde este 8 de marzo el Camp Nou pasa a ser sede de las dos más espectaculares. La victoria por 6-1 del FC Barcelona ante el París Saint Germain es la gesta, la ... remontada más importante lograda en la historia de las competiciones UEFA. Nunca antes nadie remontó una diferencia de cuatro goles en la ida en un duelo continental. Sergio Roberto formará parte de ese recuerdo colectivo europeo con su tanto en el 95.
Logró el gol decisivo que permitía a su equipo voltear la eliminatoria y lograr la clasificación en la misma portería que el Manchester United logró en la prolongación de la final de la Champions de 1999 una remontada histórica. Los ingleses, con dos goles de Sheringham y Solskajer en apenas 90 segundos, el tanto inicial de Mario Basler. El equipo de Alex Ferguson logró lo que parecía imposible y obtuvo quizá la victoria, hasta este miércoles, más sorprendente en la historia de la competición.
Curiosamente una campaña después, en los cuartos de final de la 99-00, el Barcelona de Louis van Gaal fue capaz de forzar la prórroga tras un 3-1 en Stamford Bridge ante un equipo que contaba a Flo o Zola como grandes estrellas. En el estadio azulgrana forzó la prórroga y terminó goleando por 5-1 en el tiempo adicional con un Luis Figo pletórico que robaba el liderazgo a Rivaldo. También logró remontar un 3-1 encajado en la ida ante el Dinamo de Kiev, al que arrolló por 4-0 en los dieciseisavos de final Liga de Campeones 93-94, que después perderían en la final de Atenas ante el Milan.
El último intento reciente del Barcelona, y similar por el resultado que debía remontar ante sus aficionados, en el Camp Nou fue en 2015, cuando trató de dar la vuelta a un 4-0 recibido en Bilbao en el primer duelo de la Supercopa de España. «Pues a nosotros no nos pareció tan difícil mantener el 4-0 de la ida ??», bromeó el Athletic en su cuenta de twitter. Quizá el último intento exitoso fue de marzo de 2013, cuanto tras un 2-0 en San Siro fue capaz de imponerse por 4-0 al AC Milan en los octavos de la Champions.
España, presente en las grandes remontadas
El partido quedará para siempre marcado también para Unai Emery. El técnico vasco sólo había caído otra vez por 5 goles en su carrera, un 5-0 entre el Zenit y Spartak en agosto de 2012, pero nada que ver con este resultado que le deja muy tocado. Este partido doloroso para el preparador vasco supera ya a otras grandes remontadas de la Champions League, en las que curiosamente de una u otra manera hay de por medio representantes españoles. Una de la más recordada es la final de Estambul en 2005, donde el Spanish Liverpool dirigido por Rafa Benítez fue capaz de igualar tres goles en contra en la segunda mitad para forzar unos penaltis en los que privó al Milan de Ancelotti de conseguir la orejona.
El equipo italiano había sufrido la campaña anterior una remontada inesperada, ya que tras el 4-1 de San Siro el Deportivo fue capaz de imponerse por 4-0 en los cuartos de final de la Champions de la 03-04. Pandiani, Valerón y Luque marcaron antes de que Fran cerrase la goleada.
El Deportivo asustó al Milan
Esa misma campaña el Mónaco logró otro resultado inesperado. La renta a doblegar no era tan importante ya que en el Bernabéu se produjo un 4-2 para el Real Madrid, que se adelantó en el estadio monegasco. Giuly empató antes del descanso, Morientes (cedido por el Madrid), puso el 2-1 de la ilusión y pequeño galo completó la sorpresa.
A ninguno de los dos les sirvió esa remontada para lograr el título, algo que finalmente sí obtuvo el Chelsea tras su gesta de octavos en la 11-12. El Nápoles, con Ezequiel Lavezzi y Edinson Cavani, arrolló al equipo inglés en la ida, pero la renta se quedó en un 3-1.
El tanto de Mata concedía algo de ilusión a los ingleses, que tras cambiar de técnico (Villas-Boas dejó su cargo a Di Matteo) creyeron en el milagro y lo consiguió con goles de Drogba, Terry y Lampard primero. Forzó la prórroga para que Ivanovic culminase la gesta previa al título que llegó meses después en Múnich ante el Bayern.
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