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EFE
Miércoles, 24 de agosto 2016, 13:40
El medallista olímpico de bicicleta de montaña, Carlos Coloma, ha asegurado hoy que para plantearse nuevos objetivos, como llegar a los Juegos de Tokio en disposición de luchar por otro metal, ahora debe "ser más humilde que nunca" y "trabajar con mucho sacrificio" ... .
Coloma ha hecho estas declaraciones tras ser recibido por el presidente del Gobierno de La Rioja, José Ignacio Ceniceros, que le ha recibido como reconocimiento al logro conseguido el pasado domingo.
A preguntas de los periodistas sobre sus próximos objetivos solo ha afirmado que ahora le toca "ser más humilde que nunca" y "trabajar más duro" porque "de aquí a Tokio solo se puede mejorar o igualar con mucho esfuerzo o sacrificio".
El ciclista, que no ha llevado la medalla al encuentro porque se le ha olvidado, según él mismo ha reconocido, ha acudido acompañado al encuentro por su padre y su hijo y uno de sus preparadores, el ex boxeador José Ignacio Barruetabeña.
Ambos le han explicado al presidente cómo en los últimos meses entrenaron mucho la capacidad de sufrimiento del corredor, algo que le ayudó mucho el domingo.
Además, coloma ha explicado que también influyó el que decidiera correr con una rueda más ancha, al contrario que muchos otros corredores, con lo que aunque tuvo que mover un peso mayor, evitó mejor los pinchazos que sufrieron muchos otros ciclistas.
"Ha merecido la pena y es una recompensa a una trayectoria y a todo lo que tengo detrás", ha explicado Coloma al presidente, al que le ha reconocido que "siempre que se va a los Juegos se piensa que se va a conseguir medalla", algo que sabe perfectamente puesto que era su tercera participación olímpica.
Pero esta vez, ha insistido, había hecho una preparación física y psicológica para ello y se notó, ha considerado.
"Estoy súper feliz de traer para La Rioja la medalla", ha recalcado el riojano, quien también se ha referido al recibimiento de ayer en su pueblo, Albelda de Iregua, al que acudieron varios miles de personas y ha subrayado que se siente "muy orgulloso, casi fuera de mí mismo por ver lo que me hicieron".
Ha aludido a la carrera de los Juegos como "una hora y media en el infierno" en la que se mantuvo "por encima de 190 pulsaciones" y en que "saber que había tanta gente volcada conmigo me dio energía".
El olvido de su medalla no ha sido el único de su carrera, como ha recordado, ya que en 1994, en una de las primeras pruebas nacionales que disputaba, en Barcelona "me dejé los guantes" y "eso me hizo sufrir mucho, pero no me bajé de la bicicleta por todo lo que habían hecho mis padres para que estuviera allí".
Noveno en el ránkig internacional
Por otro lado, el ciclista riojano ha ascendido al noveno puesto del ránking mundial de bicicleta de montaña tras su resultado en Río de Janeiro.
La clasificación de la Unión Ciclista Internacional sigue encabezada por el francés Julien Absalon (a pesar de no haber puntuado en Río), con 2007 puntos mientras que segundo es el campeón olímpico Nino Schurter (1990) y tercero es el francés Maxime Marotte (cuarto el domingo) con 1.793 puntos.
Algunos resultados logrados ya hace meses mantienen en la parte delantera a ciclistas con menos "peso" en este deporte, de momento, como el suizo Matthias Stirneman (quinto con 1.200 puntos) o el francés Stéphane Tempier, séptimo con 1.168. Justo después de él se sitúan dos españoles, el andaluz David Valero, octavo con 1.123 puntos, y el riojano Carlos Coloma, noveno con 1.029 puntos.
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