

Secciones
Servicios
Destacamos
E. MADORRÁN FERNANDO DÍAZ
Lunes, 13 de marzo 2017, 00:38
Era un día para dar un paso adelante. Y el público lo hizo. A pesar de que el día y la hora no era la habitual, los seguidores del Naturhouse (ayer más de dos mil personas) se pusieron las pinturas de guerra y la camiseta del jugador número '8'.
El comienzo del partido fue esperanzador. El Naturhouse demostró que tenía mimbres para tutear a los franceses. Y eso animó a la grada que no paró de animar ayudado por los bombos de la Peña Orgullo Franjivino y la música ambiente. Empezó a torcerse la cosa ya al final de la primera parte con el gol de Albert Rocas que los colegiados interpretaron que había entrado fuera de tiempo. Música de viento.
El comienzo de la segunda parte fue un rayo de esperanza para la afición, entre la que había muchos chicos menudos (a alguno le habrá costado un poco más de lo normal ir hoy al colegio).
Kirholm y Mortensen
Los colegiados daneses encendieron al público con la cantidad de penaltis con los que fue castigado el Naturhouse (ocho a favor francés, uno solo para los franjivino). Hubo protestas pero se fueron apagando en la misma medida que el equipo de Jota González se diluía en la cancha.
El minuto final fue una ovación con el público en pie valorando el esfuerzo de las dos escuadras.
La noche de ayer dejó una pregunta en el aire. ¿Fue el del Nantes el último partido de Champions en el Palacio de los Deportes?
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.