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Amador Gómez
Sábado, 21 de febrero 2015, 01:39
Como estaba previsto, se repetirá la final de Copa del pasado año, porque el Real Madrid tampoco falló ante el Joventut y el campeón tendrá este domingo (19.00 h. La 1) la posibilidad de revalidar un título que no se adjudica dos ediciones consecutivas ... desde 1986. Habrá de nuevo clásico en la batalla definitiva por la Copa después de que el Real Madrid, al igual que el día anterior ante el CAI, destrozase también tras el descanso al Joventut en sólo cinco minutos, con un parcial de 2-19.
Después de disputar una primera parte pésima, se ha acostumbrado el Real Madrid a romper a sus rivales al comienzo del segundo tiempo, cuando de nuevo reforzó su defensa camino de la victoria y en esta ocasión, otra vez bajo la dirección de Sergio Llull (23 de valoración con cinco triples sin fallo) y liderado en la pintura por Gustavo Ayón, barrió de la pista a la Penya en una mitad de cuarto en la que dio una auténtica exhibición. Con tres canastas de Ayón y un libre del pívot mexicano, acompañado en la pintura por Reyes y el tiro letal de Maciulis y Llull, con Rudy también en pista pero sin necesidad del brazo ejecutor del balear, el Madrid puso la directa hacia la final y sentenció al Joventut cuando aún quedaba un cuarto de hora de partido. El Joventut ya no tuvo la mínima opción cuando el Real Madrid se puso arriba 54-66.
Tiene su riesgo reaccionar en la reanudación y dejarlo todo para la segunda parte, pero al defensor del título volvió a salirse redondo por segunda jornada consecutiva. Centró sus esfuerzos, su defensa y su claridad de ideas en cinco minutos a pleno rendimiento y le bastó. Después, con ventaja tan considerable y con el rival tan tocado anímicamente, ya fue cuestión de no bajar los brazos y recurrir al oficio. A pesar de sus lagunas en el juego interior, el Madrid dispone de suficientes recursos, figuras -aunque muchas de ellas no están bien- y lanzamiento exterior -con un 65% de acierto en triples (11 de 17) cerró el tercer cuarto- para aspirar con argumentos a la que sería su vigesimoquinta Copa.
La reacción, la mejoría en el juego y la contundencia no llegaron hasta la segunda parte después de desplegar el Madrid un primer tiempo muy pobre, que terminó con un parcial en contra de 13-4, sin anotar una sola canasta de campo en ese tramo cercano al descanso en el que la defensa en zona de Joventut anuló por completo a los blancos. Sin Rudy Fernández durante todo ese período tras cometer muy pronto su segunda personal tras haber conseguido nueve puntos, sólo respondió Nocioni desde lejos y el Madrid, con sus pívots lastrados entonces, fueron superados por Savané y compañía.
Los hombres altos del Joventut dejaron en evidencia en los primeros 20 minutos a los madridistas, y la Penya ya se fue al descanso dominando en la pintura con 19 rebotes frente a 13 (acabó ganando el rebote por 33-28) y dando la sensación de más poderío frente a los de Pablo Laso. Atascado ante esa zona del conjunto catalán, el Madrid, con sólo 12 puntos al descanso de sus pívots, se fue desintegrando peligrosamente, también por fuera, aunque reservase fuerzas y a Rudy. El rival, que tan bien había jugado, sin embargo no aguantó, porque los blancos recuperaron la energía y dieron la estocada en cinco minutos de pesadilla para el Joventut, muy inferior al Madrid, aunque aún necesite mejorar y ajustar piezas.
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