El hombre que nos llevó a la Luna

Era el 20 de julio de 1969. Jesús Hermida había sido enviado especial por TVE a Houston (Texas) para informar sobre la llegada del hombre a la luna. Estados Unidos aventajaba con el Apolo XI a la entonces Unión Soviética y sus cosmonautas.

El calor apretaba de lo lindo, media España estaba de vacaciones y, como eran otros tiempos, eso de los bares de copas no se estilaba, por lo que la gente pasaba la canícula con el botijo, el ventilador y la charla a las puertas de las casas. El viaje del Apolo XI era el centro de atención de los medios de información y protagonizaba también debates en los bares.

Por eso, el programa especial que Televisión Española dedicó a la llegada del hombre a la Luna fue todo un fenómeno. La cadena pública confió su presentación al periodista que más tirón tenía en aquellos tiempos, Jesús Álvarez. Junto a él, sentado en un sofá, estaba José Antonio Silva, comunicador, piloto de avión y experto en temas de tecnología en aquella incipiente televisión del franquismo.

En Houston estaba Jesús Hermida para informar puntualmente, con aquellos medios todavía rudimentarios, de la llegada el módulo lunar a su destino. Ante unas borras imágenes, el periodista ilustró el momento al exclamar que tras un centenar de horas de vuelo: «¡El hombre, el hombre deposita su pie en la Luna».

Años después, el periodista recordaba que «los verdaderos protagonistas» de aquel hito «no fueron los astronautas, ni los periodistas, ni EE UU ni la NASA. El verdadero protagonista fue la televisión». «En España ese día todos fuimos uno: Televisión Española», la única que existía en España, afirmaba. Los telespectadores españoles se sumaban a los 500 millones que en todo el globo presenciaron la hazaña de Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins.

El propio Jesús Hermida apuntó que de aquel momento se quedó con que «había un enorme silencio, un profundo silencio en el centro especial». Una vez concluida la transmisión, el periodista se tumbó sobre un césped de las instalaciones espaciales para «pensar por un momento que era prodigioso que hubiera dos hombres ahí arriba».

El propio Hermida equiparó aquel viaje al de Colón. «Ahí están mi raíz andaluza y mi raíz de Huelva. No pude hacer otras comparaciones», aseguró sobre lo que consideró la «primera ilusión colectiva de la humanidad que he conocido».