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Rosario González
Domingo, 8 de febrero 2015, 08:51
Confesaba Dani Rovira, minutos antes de comenzar la gala de los Premios Goya, que la responsabilidad de ser el maestro de ceremonias no le dejaba espacio suficiente para ponerse nervioso por su nominación. Optaba al premio como Mejor Actor Revelación por su papel en Ocho ... apellidos vascos. Y se lo llevó. El galardón supone la guinda perfecta para un año, el 2014, en el que el comediante malagueño se convirtió en el personaje más representativo del sector cinematográfico en el que apenas comenzaba a asomar la cabeza. Protagonista de la película más taquillera de la historia del cine español, nominado a un Goya y presentador de la gala de entrega de los premios. Tres retos de los que ha salido airoso, incluido el de conducir un evento que, a pesar del acierto de su humor cercano y espontáneo, terminó sepultado por una escaleta interminable. Son 29 premios y está calculado que son tres minutos por cada uno, pero es muy difícil, hasta yo creo que me he pasado con el tiempo, explicaba Rovira una vez finalizada la gala. Ha sido larga pero creo que muy bonita, con muchos momentos emotivos y divertida. No sé cómo la habrán visto desde casa, pero desde aquí hemos vivido una fiesta súper emocionante. De hecho, uno de esos momentos de emoción estuvo en su discurso de agradecimiento por el premio, que incluyó una espontánea declaración de amor a su compañera de reparto y pareja sentimental la actriz Clara Lago, con apasionado beso final incluido.
la noche del cine español
Con el Goya ya en la mano, Rovira se declaraba agradecido y con un sentimiento de responsabilidad por delante para demostrar a quienes han apostado por él que es merecedor del galardón. Esta profesión es una carrera de fondo y llevarme el Goya con mi primera película me hace sentir mucha responsabilidad para afrontar nuevos proyectos y poner toda la carne en el asador.
Además del de Rovira, Ocho apellidos vascos se lleva a casa el cabezón de los actores Karra Elejalde y Carmen Machi como mejores actores de reparto. El triplete conseguido por los actores la cinta optaba en total a cinco premios sumando Mejor Canción y Mejor Fotografía- supone una victoria agridulce para la película más taquillera del año pasado en España, con una recaudación de 56 millones de euros y que es además la producción española más vista de la historia. No sé si ha sido una minirectificación o que se han redimido un poco los académicos pero estoy muy agradecido porque ha sido un premio para todos, zanjaba Rovira. Todos ellos coincidieron en destacar en el escenario la ruidosa ausencia en las nominaciones del director de la exitosa cinta, Emilio Martínez-Lázaro.
Tras el huracán que ha supuesto Ocho apellidos vascos, Rovira considera que se le ha abierto una puerta muy bonita en el cine, un arte el que asegura disfrutar y divertirse, aunque insiste en su faceta como monologuista. Soy carne de escenario, soy cómico y jamás voy a dejar de hacer comedia. Quiero que sea una puerta que se me ha abierto pero que no se me cierren otras y seguir disfrutando de lo que me gusta.
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