«Este musical hace mucho bien y la gente repite»

Christian Escuredo es uno de los protagonistas de esta gran fiesta musical; de este doble viaje físico (por Australia) e interior (tras la identidad), en el que también le acompañan José Luis Mosquera y Jaime Zatarain.

-En el musical hace el papel de Felicia, el protagonista más joven y más abiertamente homosexual.

-Sí, es el más alocado y amanerado, pero es una máscara. Se presenta de una manera muy superficial pero a lo largo de la historia se va conociendo a un personaje que busca ser feliz y ser aceptado por todo el mundo, por eso empatiza tan bien con el público. Los tres protagonistas tienen su propia historia y, como son de tres generaciones diferentes, el público se siente como viajando con nosotros. Ellos atraviesan el desierto pero es como si atravesaran su propio desierto.

-Tras dos temporadas en Madrid y varios meses en Barcelona, 'Priscilla' ha emprendido gira por nuestro país. ¿Ha obligado a algún cambio en la puesta en escena?

-Técnicamente sí, pero el espectador no lo aprecia y, de hecho, el elenco es el mismo.

-Este musical es el mismo que se puso en marcha en Broadway.

-Sí, la misma versión; el autobús, el vestuario y la dirección son los mismos. El equipo artístico que lo ha montado en más de 14 países vino desde Australia para seleccionar el elenco en nuestro país y trabajar con el adaptador, Miguel Antelo.

-Y quien no haya visto el musical, sólo la versión cinematográfica de 'La reina del desierto', ¿con qué se va a sorprender?

-Es una adaptación muy interesante porque la película es un viaje y te planteas cómo llevarlo a un escenario, a un espacio estático. Lo que se hace es integrar un autobús dentro del escenario y la manera de avanzar todos esos kilómetros se suple con una banda sonora espectacular conocida por todas las generaciones. Versionamos a Madonna, Gloria Gaynor, Donna Summer, Tina Turner... Además, se supera el vestuario que en su día mereció un Oscar. Los creativos se basan en ese diseño original para mejorarlo y hacerlo todavía más espectacular. Y aunque los personajes son muy estereotipados, hay un trabajo actoral muy interesante; han trabajado de una manera muy orgánica con nosotros. Aquí se está contando una historia con mucha verdad y hay un espectáculo, una gran banda sonora, rodeando todo esto.

-¿El repertorio musical es el mismo que en la película?

-Es prácticamente igual, aunque se ha actualizado algo, por ejemplo con temas de Madonna que sustituyen a los de Abba. Pero las canciones que funcionan en la película siguen estando, como 'I will survive', 'It's raining men'...

-A sus cualidades actorales, tendrá que sumar otra serie de habilidades como caminar sobre plataformas.

-Han sido solo 45 días de ensayo, pero lo bueno de tener a los creativos australianos en España es que nos han enseñado todos los trucos, como cambios muy rápidos de maquillaje que suples con una máscara de látex hecha a medida. En nuestra casa las zapatillas se han convertido en tacones, porque te tienes que habituar a ese calzado. Para recrear el imaginario de la obra contacté con una 'drag queen' que me hizo un gran trabajo de campo y, como mi personaje tiene muy buena forma física, durante tres meses tuve que hacer una dieta específica con un entrenador.

-Es una obra tan actual como cuando se estrenó en el cine, hace 23 años. La homosexualidad, la homofobia, las familias no convencionales... ¿son temas aún pendientes?

-Claro. El mensaje que se transmite en 'Priscilla' es universal; es de aceptación, de amistad y de respeto a la diversidad, y la diversidad está ahora, estuvo antes y estará siempre.

-Pero el tema de la homosexualidad deberíamos tenerlo superado.

-Como muchos otros, pero éste es un musical que hace falta, es como una fiesta. A mucha gente le hace mucho bien y repite.