

Secciones
Servicios
Destacamos
MÓNICA OCHAGAVÍA
Martes, 12 de enero 2016, 00:34
Las aftas son lesiones benignas que aparecen como unas pequeñas úlceras o llagas abiertas en el tejido mucoso que recubre el interior de la boca.
Afecta normalmente a individuos de entre 10 y 40 años, y las mujeres son, por lo general, más propensas a padecerlas que los hombres.
La lesión, que puede ser única o aparecer en grupo, tiene un aspecto blanquecino o amarillento, con un halo enrojecido alrededor. Estas pequeñas heridas pueden localizarse en la parte interior de las mejillas, en la base de las encías, en el velo del paladar, en la lengua y en la zona interior de los labios.
Se trata de lesiones muy dolorosas y, antes de aparecer, la zona presenta un picor intenso, ardor u hormigueo local. Son consideradas lesiones benignas y, a diferencia de las heridas bucales causadas por otros agentes como el virus del herpes labial, no son contagiosas.
Las aftas bucales pueden ser recurrentes, es decir, una vez se ha tenido un afta es muy probable que esta reaparezca cada cierto tiempo, en el mismo o en distinto lugar. Incluso repitiéndose de 2 a 4 veces al año.
Las úlceras que se cronifican (más de 6 meses) pueden ser indoloras y deben ser siempre valoradas por un médico.
Si bien no puede hablarse de una estacionalidad en su aparición, parece que la incidencia de las aftas aumenta levemente durante la primavera y el otoño y se reduce mucho la aparición de brotes intensos durante los meses estivales.
En muchas ocasiones, las lesiones producidas por el virus del herpes simple son también referidas como aftas bucales, pero existen notables diferencias entre ellas.
El herpes labial suele localizarse alrededor de la boca, por fuera. En sus primeras etapas forma pequeñas ampollas rellenas de líquido, que posteriormente se romperán liberando su contenido. A medida que se va curando, se seca y formará una costra. La calentura (nombre que recibe coloquialmente esta lesión) es dolorosa y produce picor.
El virus del herpes simple es fácilmente transmitido por contacto físico con una persona infectada o contacto con utensilios contaminados (cubiertos, cepillos, toallas.).
Al igual que las aftas bucales, se trata de lesiones de poca gravedad que no requieren excesivas atenciones. Por lo general la herida desaparece por sí sola; además, existen antivirales que disminuyen los síntomas.
Causas de las aftas
Las causas de la aparición de las aftas bucales pueden estar ligada a diversos factores:
1.- Factores hereditarios. Hasta en un 50% de los casos el paciente tiene algún pariente de primer grado que presenta esta misma afección. Los individuos cuyos progenitores (ambos) padecen el problema tienen un 90% de probabilidades de sufrirlo.
2.- Agresiones mecánicas. El simple hecho de morderse mientras se mastica, una mala oclusión dental, el cepillado, quemaduras, alimentos con borde cortante o incluso medicamentos con propiedades tóxicas locales como el ácido acetil salicílico (AAS), recibir un rasguño durante un tratamiento bucal o causado por un diente dañado.
3.- Problemas del sistema inmune. Desde enfermedades sistémicas autoinmunes a una simple bajada de defensas por un catarro o una situación de mayor estrés.
4.- Ansiedad o problemas emocionales.
5- Deficiencias alimentarias. Sobre todo relacionadas con deficiencias de hierro, acido fólico y vitamina B12.
6.- Alteraciones hormonales. Sobre todo durante la menstruación y el embarazo.
7.- Alergias o intolerancias a determinados alimentos.
8- Infecciones víricas.
9- Causas asociadas a tratamientos de radioterapia o con determinados fármacos.
Son lesiones que no implican complicaciones y que desaparecen por si solas en menos de una semana. En la mayoría de los casos no es necesario hacer un diagnóstico preciso y sólo consistiría en una observación directa de la lesión.
En caso de recurrencias muy persistentes, se realizará un estudio más detallado para descartar otras causas.
Se debe acudir al médico si duran más de dos semanas o tienen más de 3 episodios al año, cuando son de gran tamaño (más de 1 cm.), si son tan dolorosas que nos impiden comer. También hay que acudir a su facultativo si se asocian a otra sintomatología, como fiebre, diarrea, dolor de cabeza, erupciones en la piel, masas en cuello o ingle, movilidad dentaria sin explicación, obstrucción nasal o si se sospecha relación con la utilización de algún medicamento.
Tratamiento
Las aftas no son contagiosas y suelen desaparecer al cabo de unos días sin aplicar tratamiento, aunque algunas medidas pueden ayudar a una recuperación más rápida y a evitar complicaciones. Es aconsejable:
Para aliviar el dolor, pueden utilizarse enjuagues bucales que lleven anestésicos locales como la lidocaína al 2% o antiinflamatorios tópicos como los corticoides. También puede ser útil la aplicación sobre la úlcera de una solución de agua oxigenada rebajada a la mitad con agua.
Evitar alimentos muy calientes o condimentados, o los que son muy ácidos como los cítricos.
Mantener una adecuada higiene bucal (cepillar los dientes después de cada comida para evitar infecciones bacterianas y el uso del hilo dental). Usar un cepillo de dientes suave y de tamaño adecuado para evitar golpes. Después del cepillado usar colutorios que contengan agentes antisépticos. Los enjuagues deben ser suaves y pueden ser comprados en farmacia (clorhexidina sin alcohol) o prepararse en casa con una mezcla de agua templada y sal. Y solicite una visita anual con su dentista.
Si las molestias son muy intensas puede asociarse un analgésico (paracetamol) vía oral.
Llevar una alimentación equilibrada (eliminar comidas ácidas, picantes o muy condimentadas), evitar las situaciones que nos generen mayor ansiedad o estrés, y cuidar de nuestra higiene y salud bucal puede prevenir la reaparición de las aftas. Recuerde que las aftas bucales son ulceraciones dolorosas que no suelen tener complicaciones asociadas ni durar más de dos semanas.
En otros casos, las aftas bucales pueden ser producidas por una amplia variedad de alteraciones sistémicas que requieren de la identificación y tratamiento por parte de su médico.
El tratamiento local con antisépticos bucales y analgésicos, junto a medidas dietéticas, ayudan a sobrellevar este problema de salud.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Descubre la fruta con melatonina que te ayudará a dormir mejor
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.