

Secciones
Servicios
Destacamos
ERNESTO PASCUAL
Domingo, 26 de abril 2015, 23:56
nájera. Y se van. De verdad, aunque cueste creerlo. Después de 35 años y más de mil noches de rock, del que se hace y se escucha con el corazón, Los Suaves se despiden. Y lo hacen en la mejor forma posible, con un concierto apabullante, de maestros, con dos horas y veinte minutos de fuerza, de himnos y de comunión emocionante y única con un público siempre fiel y cómplice.
Es el aquelarre de fuego y decibelios que vivieron las 2.000 personas que este sábado llenaron el pabellón multiusos de Nájera en el segundo concierto de la gira de despedida de Los Suaves, promovido por la Asociación Cultural San Miguel con el apoyo del Gobierno de La Rioja. Un público que reverenció en el final una ovación emocionante, de reconocimiento a una banda esencial.
Con puntualidad, sobre las 23.00 horas, se apagaban las luces y sonaba 'Les Preludes', la pieza de Franz Litz que da inicio a cada ritual de los de Ourense. Y quizá fue por los nervios, quizá por la emoción de lo que supone esta gira, el carismático Yosi entró adelantado a 'Cuando los sueños se van' y la banda se perdió. Pero Charli, bajista y fundador junto a su hermano, dio un paso adelante y el tema se retomó. 'Palabras para Julia', el himno suave sobre los versos de Goytisolo, devolvió las cosas a su sitio y público y banda comenzaron a cantar juntos, algo que se enraizó con la furiosa 'Maldita sea mi suerte', donde la banda desplegó la espectacular escenografía que acompaña esta gira, con llamaradas y un medido juego de luces que enfatizó los 22 temas que sonaron e hizo que el público fuera aún más partícipe.
Tras la traca inicial, el maestro Yosi saludó al público, ya mimetizado de lleno con la banda. Recordó su paso 23 años antes por Nájera, en la sala Managua, y anunció un viaje por el tiempo que llegó a 'Lisa', una de sus brillantes letras y con la exhibición a la doble guitarra de Alberto Cereijo y Fernando Calvo.
Con un sonido brillante y nítido -gran trabajo siempre de la riojana AGT-, enlazaron tema tras tema, herencia ramoniana. 'Por una vez en la vida' condujo a la catarsis de 'No puedo dejar el rock', en la que todo el pabellón alzó puño y garganta. Guiados por un Yosi con menos kilos y más garganta, hizo cantar a todos 'Siempre igual'. Detrás, Charli es la sonrisa de la banda y Tino Mojón su motor a la batería.
Ganando vitalidad y fuerza con cada tema, la emoción se desbordó con el trío soberbio 'Si pudiera', 'Malas noticias' y 'Pardao', donde Yosi se muestra como uno de los mejores poetas del rock. Otro poeta rockero se unió, Kutxi Romero, de Marea, para alzar el himno 'Mi casa (es el rock n' roll)', que encarriló la recta final llenando de confeti el pabellón con 'El afilador' y alborotándolo con 'Dolores se llamaba Lola'.
Hasta dos bises ofrecieron con el público totalmente entregado a clásicos como 'Ese día piensa en mí', las festivas 'Ya nos vamos' y 'Peligrosa María' -con Yosi a la armónica- o la locura que desató el seminal 'Esta vida nos va a matar' antes de honrar a Thin Lizzy con 'Massacre'. La despedida fue con la atronadora 'La noche se muere' y una exhibición a las guitarras de Cereijo y Calvo. Si esta gira es el final, la leyenda de los gallegos quedará en lo más alto. ¡Siempre Suaves!
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.