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La increíble historia del torero Andrés Roca Rey, casi un niño y camino a todo

P. G. M.

Martes, 16 de agosto 2016, 00:26

La irrupción de Andrés Roca Rey en el toreo es la más contundente que ha sido capaz de materializar un novillero desde la llegada de 'El Juli'. El año pasado se abría paso en el segundo escalafón y este año va a terminar la temporada ... en todo lo alto de las estadísticas. En Madrid salió por la Puerta Grande el día de la corrida de Núñez del Cuvillo, pero antes de Las Ventas ya había dejado dos tardes memorables, la de Olivenza (con rabo incluido) y el mano a mano que protagonizó en Valencia con Alejandro Talavante. El peruano dio una dimensión impropia de un torero tan nuevo y fascinó al público con su valor y su facilidad desusada. En Arnedo debutó como novillero sin caballos y en la Feria del Zapato de Oro logró los máximos trofeos, aunque el galardón se lo llevó Ginés Marín. El año pasado, como novillero, salió por la Puerta Grande de Madrid y Bilbao y tomó la alternativa en Nimes dos días antes de presentarse en Logroño con el mismísimo Julián López 'El Juli' como compañero de terna. Y obviamente triunfó. Andrés Roca Rey nació el 21 de octubre de 1996 en Lima (Perú), procedente de familia torera, ya que su hermano Fernando es matador de toros, su tío José Antonio fue rejoneador, su abuelo fue durante mucho tiempo administrador de la plaza de toros de Lima y al resto de familiares les une una gran pasión y afición por el mundo del toro. En estos momentos está apoderado por José Antonio Campuzano y la empresa de Sevilla.

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