Secciones
Servicios
Destacamos
E. PASCUAL
Lunes, 4 de enero 2016, 08:55
Representan una de las instituciones más antiguas de la historia alfareña. Pero tras más de cuatro siglos amarrada de forma ininterrumpida al día a día y al corazón de la ciudad, está escribiendo sus últimos capítulos: la congregación de las Concepcionistas Franciscanas de Alfaro está ... preparando su marcha, su adiós.
La reducción de la comunidad hasta contar hoy con siete hermanas, la ausencia de relevo vocacional que dé continuidad y la necesidad de más servicios asistenciales y sanitarios para las de mayor edad obligan a una decisión que les apena y emociona. También a los alfareños, que sienten al convento como algo muy propio. «Pese a ser un convento de clausura nos sentimos sincronizadas con el sentir, con los problemas, con el día a día de Alfaro. Y sentimos el cariño y la nobleza de los alfareños, que preguntan con corazón e interés por nosotras», dicen las hermanas con emoción.
Fundado como convento de clausura el 20 de octubre de 1613, fue uno de los principales núcleos concepcionistas de España. De hecho, en la posguerra llegó a tener cuarenta hermanas e incluso reforzó a otros conventos, como en 1957 al de Benicarló. Hoy son siete. Y el día a día de la comunidad requiere más manos y cabezas: si antes una hermana se encargaba de un oficio, ahora tienen que atender cuatro o cinco, desde teléfono, sacristía, torno, cocina...
Por ello, tras más de dos años de autoconvencimiento y gestiones, saben que su futuro, tal y como marca la Iglesia, es agruparse, destino que están siguiendo otras instituciones y provincias religiosas. Será en la comunidad de Madre de Dios de Logroño, adonde llegará también la hermanada congregación de Benicarló, con la que las alfareñas sienten un vínculo especial. «El número de hermanas va a ser mayor, la vida fraternal, con 23 en el monasterio, será más rica y las de mayor edad van a encontrar en la ciudad mejores servicios y atención», explican las hermanas.
Su marcha no tiene fecha todavía. Pero antes han de definir el futuro del convento. «Nos gustaría marcharnos dejando el edificio destinado, para que no tenga el riesgo del deterioro. Pero su destino está todavía por resolver -exponen las hermanas-. Nuestro descanso, ilusión y deseo sería que quedara abierto, aunque no sea con uso religioso, pero sí para beneficio de Alfaro».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.