Un alcalde fiel a la ciudad, a los suyos y a sí mismo

Patricio Capellán ha sido uno de esos alcaldes que han dejado huella. Más de treinta años en el Ayuntamiento de Haro le han hecho ser uno de los más longevos de la etapa democrática en La Rioja. Y también uno de los más carismáticos. Quien más quien menos en esta región sabe quién es Capellán. Y esa popularidad se la ha ganado a pulso, siempre defendiendo los intereses de Haro por encima, incluso, de los de su propio partido, el PP.

En estos años ha tenido aciertos y también errores, como todos en política. Pero su gran éxito ha sido la cercanía. Patricio Capellán siempre ha tenido las puertas del despacho abiertas dispuesto a recibir y escuchar las quejas de los ciudadanos. Y su condición de alcalde le acompañaba las 24 horas del día.

En su habitual vuelta a La Herradura con sus amigos, siempre era habitual que los vecinos le pararan y le contaran quejas o problemas personales. Su amigo y compañero Alberto Olarte recuerda que «sacaba su libretita del bolsillo, lo apuntaba y trataba de ponerle solución».

Al frente del Ayuntamiento de Haro ha trabajado por lo que él creía bueno para la ciudad. Estuviera o no equivocado, tomaba sus decisiones y las defendía a capa y espada. No dudaba incluso en poner sobre la mesa el carné de afiliado del Partido Popular cuando se habló de la posibilidad de que trasladaran los juzgados de Haro a Logroño. Porque hay temas, como ése, que se los ha llevado al terreno personal y ha luchado hasta conseguir lo que él creía justo y bueno para su ciudad.

Y también se ha mantenido siempre firme en temas tan polémicos como el cierre de la central nuclear de Garoña, aunque en su partido tuvieran otra opinión, o las líneas de alta tensión, ante las que siempre se ha mostrado en contra.

De Patricio Capellán se pueden decir muchas cosas, pero siempre ha sido fiel a sí mismo. Y su despedida ha sido a su manera, sin grandes fiestas ni homenajes, rodeado de los suyos, de los más cercanos. Porque no es muy amigo de sentirse el protagonista aunque lo sea. Y lo demuestra el hecho de que, en sus bodas de plata como alcalde, eludió como pudo una entrevista personal por motivo del aniversario, la única que ha negado a este medio, ya que siempre se ha mostrado accesible con la prensa y con esta periodista que escribe. Siempre tiene algo que decir y es una persona que ha hecho fácil el trabajo a la prensa. Gracias, Patri.