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J. A.
Miércoles, 11 de mayo 2016, 00:57
Las de Santo Domingo de la Calzada no son como las demás fiestas, no. De acuerdo con que no hay dos iguales, pero estas del Santo en las que los calceatenses están inmersos ya se nutren de tal cantidad de tradiciones singulares que, sin temor ... a exagerar, el 'forastero' que decida seguirlas disfrutará de la vistosidad de los actos... pero no entenderá nada. Eso sí, basta con que pregunte a cualquier calceatense, que gustoso le dará todo tipo de explicaciones.
El 25 de abril se pintó a las 'doncellas'; el 1 de mayo se repartió el 'Pan del Santo' y comenzaron las 'vueltas'. Ayer salieron los carneros, el carro de bueyes con los ramos y las calles vieron desfilar a las prioras, como hoy harán con las 'doncellas', y, por la tarde, con La Rueda. Y etcétera. Las fiestas son un público libro abierto. Y quien sabe leer en él no encuentra en sus páginas otra cosa que la vida y obra de Domingo García.
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