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P. HIDALGO
Miércoles, 20 de enero 2016, 09:06
Para los naldenses el inmueble situado sobre el actual Arco de la Villa y con fachadas hacia la plaza de la Tela y la plaza de la Iglesia siempre fue una casa 'de ricos', habitada por gente con posibles. Lo que no imaginaron es que en realidad se trataba de un palacio.
Las excavaciones arqueológicas que el Ayuntamiento, junto a la empresa ArqueoRioja, están desarrollando en el castillo de Nalda han descubierto que este céntrico edificio, que ha estado ocupado en al menos alguna de sus tres plantas hasta hace unos 15 o 20 años, se trata en verdad de un palacio propiedad de los Ramírez de Arellano.
Esta importante familia estuvo al frente del Señorío de Cameros, que situó su sede en Nalda. Estos señores, que también ostentaron los títulos de condes de Aguilar y Grandes de España, pasaron largas temporadas en la localidad y en ella vivieron en un palacio, como corresponde a tan ilustres personajes.
«Así lo cuenta Pascual Madoz en su obra magna, de mediados del XIX, 'Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar'», apunta Teresa Angulo, de ArqueoRioja. Madoz indicó que los condes de Aguilar residieron entre los siglos XVII y XVIII en un palacio, llamado castillo, que coronaba la colina alrededor de la que se asentaba la villa de Nalda. La descripción que el autor realiza de dicha construcción es muy somera, pero afirma que «tenía la figura de un siete por la parte meridional, en la que había tres galerías formadas por tres órdenes de arcos de piedra adornados de cabezas de medios relieves y de otras figuras: su escalera era espaciosa y hasta magnífica».
En paralelo a las excavaciones se han llevado a cabo una serie de estudios científicos, entre los que sobresale el realizado por la documentalista Rosana Foncea. Foncea ha concluido que Madoz se equivocó, ya que comprobó que castillo y palacio se trataban de edificaciones diferentes.
Se basó en que el Catastro del Marqués de la Ensenada recoge que el conde de Aguilar poseía en 1751 tres propiedades en Nalda: un castillo, un palacio y una casa en la plaza de la Fuente. Así, todas las piezas del puzzle encajan, ya que la fortaleza cuenta con planta cuadrada y se ubica en el lugar más alto de la localidad, el idóneo para proteger la villa. Mientras, el palacio se localiza en el pueblo, en pleno centro y sobre el emblemático Arco de la Villa, uno de los dos restos que quedan de la antigua muralla y la puerta de entrada al casco antiguo. La confusión de Madoz, uniendo castillo y palacio en uno, la han repetido varios autores hasta la actualidad; de ahí que ni los propios naldenses conocieran la existencia del palacio, aunque aún se conservan el torreón y el cubo volado sobre el Arco de la Villa.
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