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J. A.
Domingo, 10 de mayo 2015, 12:57
«No sé qué pasado ha tenido, pero tiene mucho miedo», señala Nuria Jorge del Hoyo, presidenta de la Asociación Protectora de Animales Calceatense, mientras sostiene a la perrita, que tirita en un rincón mientras mira a quienes la observan con cara lastimera. «Como encuentre al que le puso la bolsa le denuncio», asegura. Lo que es indudable es que tiene pavor a las correas. Del collar con el que fue encontrado pendía un pequeño trozo de una y, cuando en el local donde esperó a su familia de acogida le pusieron otra fina, su mayor empeño fue morderla para quitársela, algo que al final consiguió. El animal estaba lleno de garrapatas y muerto de hambre. De un tirón se comió 400 gramos de un pienso para gatos que, improvisadamente, le sirvieron nada más ser recogida. Ahora, disfruta ya de los cuidados que le dispensa Eva María Simón y su familia, que decidió llevársela en acogida al ver en anuncio en Facebook, sin ni siquiera ver la foto. «Antes que comprar uno prefiero uno que lo esté pasando mal», dice su temporal propietaria, quien anticipa que si la familia se adapta bien al can y viceversa, y no aparece el dueño de Lola, no dudarán en adoptarlo. De momento deberán tener mucha paciencia.
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