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J. CAMPOS
Martes, 1 de octubre 2013, 21:20
"Yo voy a asistir a todas las fiestas de los pueblos que me inviten los ayuntamientos, porque no me invitan los párrocos y creo que es mi deber institucionalmente ir; y voy a ir a la iglesia como cristiano cuando lo crea oportuno y conveniente".
El presidente de La Rioja, Pedro Sanz, no ha rehuido a la polémica originada después de que el párroco de Arnedo, Tomás Ramírez, publicase en la hoja parroquial una dura crítica contra el jefe del Ejecutivo autonómico llegándole a advertir incluso de que no sería bien recibido en su iglesia "si me niega el saludo".
Sanz, a preguntas de los periodistas y tras aclarar que "las hojas parroquiales no las suelo leer" o que "a mí lo que digan determinadas personas me trae sin cuidado", comenzó diciendo que el Gobierno de La Rioja ha invertido "1,8 millones de euros en la iglesia de San Cosme y San Damián y no hemos mirado quien estaba de párroco".
El presidente, ante el escrito del párroco dirigido a sus feligreses en el que detalla sus 'desencuentros' desde hace diez años, añadió que "los problemas personales que uno pueda tener, que puedan generar inquietud e inestabilidad desde el punto de vista ideológico, o de conciencia, o problemas de conciencia, en lugar de generalizarlos públicamente, lo bueno es llevarlos al lugar adecuado para resolverlos". "Eso es lo que yo suelo hacer normalmente y lo que pido que hagan los demás", apostilló.
"Yo no voy a nombrar obispo a nadie", concluyó el presidente.
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