«A Sanz le es muy rentable políticamente tensionar las relaciones con los vascos»

El blog de Iñaki Anasagasti (Cumaná, Venezuela, 1947) se ha convertido en el particular libro de cabecera de los protagonistas del affaire entre los sistemas sanitarios riojano y vasco. No da puntada sin hilo ni se autocensura. El consejero vasco de Salud, Rafael Bengoa, y sobre todo el presidente riojano, Pedro Sanz, se han llevado casi todos sus dardos. En una entrevista concedida a Diario LARIOJA, se ratifica en todos los términos y considera que «el problema» es Pedro Sanz.

No está muy conforme con el acuerdo sanitario firmado.

El Gobierno vasco ha demostrado gran debilidad. Lo primero que hay que pensar es si esto se podía haber hecho de otra manera. Hay que recordar que se hizo en campaña electoral y que fue una salida unilateral de Pedro Sanz a los medios diciendo que no se iba a dar atención. Se olvida el origen de la disputa y la actitud de Sanz en aquella rueda de prensa no fue ni constructiva ni de búsqueda de soluciones sino de desafío, de insulto y con una chulería indescriptible. Ningún presidente actúa así a no ser que quiera ser el nuevo Rodríguez Ibarra.

Las formas han recibido críticas pero el fondo, restablecer el equilibrio, no. ¿Comparte ese fondo?

A los nacionalistas se nos acusa de insolidarios y de mirarnos sólo el ombligo, pero resulta que hay comisiones sectoriales en el Ministerio de Sanidad que están para eso. Ese es el espacio para plantear estas cosas. Si cada uno empieza a decir esto no me gusta, aquí se hace lo que yo digo y no voy a aceptar ninguna presión y si no monto la barrila, pues estamos creando un problema.

Desde el País Vasco se apuntó la necesidad de reforzar el Hospital de Leza. ¿Por qué el PNV no lo hizo durante los 30 años que gobernó?

Seguramente es lo que se tenía que haber hecho, pero como nadie pensaba que gentes que están a cuatro kilómetros no iban a ser atendidas, no se hizo. Si hubieran conocido la personalidad de Pedro Sanz y sus salidas de pata de banco igual se hubiera hecho otra política.

Sitúa a Pedro Sanz como el centro del problema. ¿Son los riojanos un problema?

No, los riojanos no. Puse en el blog con ironía que cuando vengan al aeropuerto paguen por el desgaste del suelo, pero lo digo en plan chusco. Se está traficando con la salud de las personas cuando las relaciones entre las gentes siempre han sido perfectas. El problema es el personaje y un personaje de esos con responsabilidades hace muchísimo daño.

Pero ha dicho que quien vota a Sanz tiene poca inteligencia.

Bueno (ríe)... pues lo siento mucho. Repito una noticia similar sobre Ibarretxe en la que, cuando aquí mayoritariamente le votábamos, se nos llamaba poco inteligentes. Quizá no haya sido el comentario más acertado, lo reconozco, pero simplemente es un juego de personajes.

¿No son poco edificantes estos discursos políticos? ¿No puede acabar con esas «perfectas» relaciones?

Quien tira la primera piedra es culpable y nosotros nos hemos defendido. Quizá las formas no han sido las mejores, pero hay que recordar que Pedro Sanz es del PP, que en Álava gobierna el PP y que en España va a gobernar el PP. Dicen que son un partido que vertebra España y permiten que personajes del PP planteen iniciativas que lo único que hacen es enfrentar. No se podía haber evitado por quien lo tenía que haber evitado diciendo oiga, vamos a plantear el costo de esta atención. Porque en Euskadi también se atiende a pacientes de Navarra, de La Rioja, de Cantabria y no pasa nada. Esto habrá que ponerlo encima de la mesa, pero quienes salieron primero no fuimos nosotros, y hay que recordarlo. Siempre hemos sido exquisitamente cuidadosos y el que rompe el equilibrio es Pedro Sanz.

¿Hubiera sido posible firmar un acuerdo si el PNV hubiera gobernado en el País Vasco?

Hubiera sido posible un acuerdo, pero a través del Ministerio de Sanidad. ¿Para qué existe el Ministerio de Sanidad? También nos confunde mucho que Ramón Jáuregui se haya desentendido. Ahora habla de Europa cuando sería mejor que hablara de las relaciones en Rioja, que él es diputado por Álava. Es un tema que se tendría que haber tratado a través del Ministerio de Sanidad.

Tampoco le gustó que se firmara en Logroño. ¿Qué tiene de malo?

Tiene mucha importancia el lugar de la firma. Uno crea un problema, luego va el consejero sumisamente a firmar y al día siguiente Sanz le dice que no tiene razón y le insulta. Esto se hubiese hecho mejor en Madrid o en un sitio intermedio. Cuando se crean unas tensiones de este tipo no se puede bajar los pantalones sumisamente y esperar a que Pedro Sanz le insulte como le insultó.

¿Dejará heridas el conflicto y tanta declaración gruesa?

La actuación de Sanz no es nueva, también con las vacaciones fiscales fue muy agresivo. Es muy agresivo y ha encontrado un filón que le es muy rentable políticamente y que es tensionar las relaciones con Euskadi y con los vascos. Y eso que no hay un gobierno nacionalista.

Siempre circulan rumores de que Sanz tiene un hueco reservado en el Gobierno de Rajoy. Igual le envían con usted a Madrid.

No, no... Le debían mandar a galeras (ríe).