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Dos mecánicos repasan la KTM de Manolo García con el dorsal 92. El riojano confía en que la moto haya llegado sin percance alguno a Buenos Aires. :: LA RIOJA
Murchi ultima los detalles
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Murchi ultima los detalles

Esperaba calor, pero media Argentina está inundada. Manolo García llegó el domingo, recogió ayer su moto y hoy pasa las verificaciones. Ya está en capilla. El riojano Manolo García recogió ayer su moto y se prepara para iniciar el Dakar el viernes

JOAQUÍN CATALÁN

Miércoles, 30 de diciembre 2009, 10:49

De fila y fila. Horas y horas de espera bajo un sol de verano que ha dejado paso a la lluvia. Así pasa sus primeros días Manolo García, Murchi, en Buenos Aires. El idioma es una ayuda, pero la grandeza de la prueba complica su funcionamiento. El piloto riojano dedicó la jornada del lunes a pasear y hacer turismo por Buenos Aires. No tenía otra opción. Ayer, martes, se centró en rescatar su moto, su vieja KTM. Papeleo, idas y venidas de un sitio para otro. Los minutos son vitales. El viernes arranca el Dakar y no espera a nadie.

«Las primeras horas las he dedicado a conocer un poco Buenos Aires. La gente aporta mucho calor, muestra un gran entusiasmo por esta carrera. Una vez que ya tengo mi KTM, todo el tiempo es para ella. Ahora mismo la he sacado del transporte, del parque cerrado que se ha instalado en la zona universitaria, y quiero comprobar que todo ha llegado en buenas condiciones», comentaba el piloto ayer por la tarde desde la capital argentina.

Murchi llegó el domingo a Buenos Aires tras un largo viaje. Admite que ha acusado el cambio horario y de estación, pero es consciente de que a partir del viernes no tendrá excusa alguna. Si quiere competir en el Dakar deberá entregarse hasta la extenuación. Es el precio que exige la prueba para participar, que no para acabar. «El viaje fue muy pesado y me encontré mal por el cambio horario y por el calor. Creo que he acertado al venir un par de días antes.

El domingo lo pasé muy mal, pero ya me encuentro mucho mejor», indicaba. Paradójicamente, el sol abrasador que espera a la caravana se ha convertido en agua. Llueve sin descanso. «Hemos pasado de un calor enorme, al que se suma la elevada humedad, a la lluvia. El lunes llovió mucho y hoy (por ayer) también está cayendo agua. De hecho, medio país está inundado».

Su máquina, esa KTM 525 serie modificada para rallys a la que tanto cariño le tiene, está ya con él. Hoy miércoles es un día fundamental para su futuro, aunque Murchi no espera problema alguno. Hoy debe pasar tanto las verificaciones administrativas como técnicas. Es el último paso previo a la carrera.

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