Acabar bien lo bueno

Se termina y es una pena. El CB Ciudad de Logroño y su primer equipo, el Naturhouse La Rioja, acaban de firmar un año que se puede llamar histórico sin temor a abusar de una palabra ya muy abusada.

Porque histórica fue la temporada que terminó en mayo, histórico el séptimo puesto final, histórico el estreno en Europa, la primera vez para un equipo riojano. E histórica será, si es que las cosas no se tuercen de una manera que sí que sería histórica, la clasificación para la Copa del Rey del Naturhouse La Rioja.

Pero todo se termina, y a la espera de futuros mejores, el 2009 queda como el mejor año de la historia del club. Queda cerrarlo bien, y esa obligación ha llevado al Naturhouse hasta Vigo. Y, por los recuerdos que trae, As Travesas no es precisamente un buen lugar para que los riojanos busquen buenas sensaciones.

De hecho, el Naturhouse no conoce la victoria en casa del Octavio Pilotes Posada. Los gallegos siempre han tenido un buen bloque, con un tipo de juego en ataque -algo moroso, y con buen aporte de tiradores exteriores- que no suele venir bien a los riojanos.

Es cierto, sin embargo, que Octavio está siendo la sorpresa negativa de esta liga. Se puede conceder que los vigueses han perdido calidad con respecto al año pasado, sobre todo por la marcha del gran Nikola Prce a Ademar. Además, han sufrido por las lesiones, como las dos que continúan dejándoles mermados hoy: la del pivote Gustavo Alonso y la del zurdo Viatcheslav Kobin. Incluso tienen la duda del especialista defensivo Pablo Macías.

Pero aún así es difícil entender cómo, con la plantilla que tiene Quique Domínguez a sus órdenes, el Octavio es ahora mismo el penúltimo de la liga, ocupando puesto de descenso por primera vez desde que regresó a la Asobal.

A por los 18

El Naturhouse llega al partido cansado. Física y mentalmente: los de Jota González se han sometido en el último mes a una exigencia creciente con una plantilla menguante. El resultado ha sido asombroso, es cierto: 16 puntos, paso de ronda en la EHF, Copa del Rey.

Pero parece que la máxima exigencia hubiera pasado, y que los objetivos máximos estén incluso superados. Y con un ambiente eufórico dentro y fuera del club es complicado centrarse, motivarse y jugar un partido de la Asobal.

Jota González es consciente de esa dificultad. «Es algo que estamos notando», señalaba. «Incluso en los entrenamientos. Esta semana hemos entrenado peor que otras». Parece, reconoce, «que una vez que han pasado la semanas más duras, y hemos conseguido un éxito, estamos más relajados».

Pero el técnico del Naturhouse advierte de que el equipo está ante la oportunidad de cerrar la primera vuelta con 18 puntos, un registro altísimo, que daría a los riojanos un muy buen punto de partida para el objetivo del año: volver a entrar en puestos europeos. Habitualmente Europa habita en la Asobal en la frontera de los 30 puntos. Partir con 18 sería «algo muy importante», asegura Jota.

Pero el técnico no se cansa de advertir contra las dificultades del partido de esta tarde. «Si era un partido duro antes de que ganáramos a Ademar y San Antonio, ahora sigue siendo un partido duro».

Y más porque, como dice la historia, Vigo es una plaza donde el Naturhouse no suele jugar bien. «Se nos da bastante mal», reconoce el técnico. «Es un equipo con muy buen lanzamiento desde atrás, con un hombre, como Rubén Montávez, que tiene muy buena finta». Además, como recordaba el técnico, Pivotes acaba de recuperar al pivote portugués Jose Costa, un jugador realmente interesante «que hace mucho daño y provoca muchos penaltis».

Se acaba la primera vuelta. Es el momento de acabar bien. Y no será fácil.