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Amargant arma el brazo durante un entrenamiento. / ALFREDO IGLESIAS
En mal estado
Balonmano

En mal estado

El Naturhouse viaja a Granollers golpeado por las lesiones de tres titulares. La última, la de su máximo goleador, Pavel Bashkin

PABLO ÁLVAREZ

Viernes, 6 de noviembre 2009, 10:07

El parón de la liga, hace dos semanas, dejó a un Naturhouse optimista. Con 9 puntos en 8 jornadas, quinto en la tabla, con esperanzas de Copa, con Europa entre ceja y ceja.

Pero hoy, quince días después, la reanudación de la liga encuentra a un Naturhouse deprimido. O, al menos, muy preocupado. La razón está en la enfermería: en estos días, tres jugadores de mucho peso en el equipo han caído. Primero fueron Unai Arrieta (que debería volver pronto) e Isaías Guardiola, el 'jugador franquicia' de este equipo, que no volverá a jugar en lo que queda de primera vuelta.

El último, ayer, fue Pavel Bashkin. El extremo ruso es el máximo goleador del Naturhouse, pichichi de la Asobal hasta esta jornada. Bashkin no termina de recuperarse de problemas musculares en la zona del pubis, y no viajó ayer a Granollers. De hecho, hoy se le realizará una resonancia para intentar descartar que haya mayores problemas aunque, según el doctor Pedro Terrero, «esperamos que no sea más que eso».

Son tres bajas sensibles: entre ellos han marcado hasta ahora el 45% de los goles de su equipo. Y justo llegan en el peor momento para el Naturhouse, que empieza su maratón particular de noviembre: cinco partidos en 16 días, incluyendo los dos de Europa.

«Estamos en una situación límite», reconoce Jota González, el técnico del Naturhouse. «Tenemos que cambiar muchos esquemas de ataque y de defensa, está muy complicado».

Así llega el equipo a Granollers, cancha en la que nunca ha ganado, y en la que debería hacerlo ahora si es que quiere seguir teniendo opciones de Copa. «Si no ganamos estos dos partidos, ese reto está muy complicado».

Eso sí, Jota cree que «todos los demás van a intentar dar la cara, ir a tope y no reservarnos nada en ningún partido». Como hoy: el rival es el antepenúltimo, casi con el mismo bloque con el que el año pasado fue sexto. «El calendario influye mucho. Pero estoy convencido de que es un equipo que va a ir para arriba», afirma el técnico.

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