El Caja se hace inferior

El Caja Rioja vino a Santurce y perdió contra un equipo inferior, inferior en presupuesto, en nombre. No inferior en intensidad ni, al final, en acierto. El Caja vino a Santurce y perdió porque se convirtió en un equipo inferior. Y eso, en esta liga, se paga contra cualquiera.

Al Caja Rioja le costó entrar en la liga; no en defensa, ante un rival al que ganaba en kilos y en intensidad al inicio. Pero sí en ataque. Los cajeros sufrieron durante los dos primeros cuartos un ataque de muñeca paralizada. Los triples, sobre todo, fueron una cruz para los de Jesús Sala, que se movieron con porcentajes no superiores al 15%.

Al Caja, sin Sidao, le costaba sacar partido a la superioridad en kilos en la pintura. Holmes y Santana mantuvieron el marcador durante el primer cuarto, pero no durante el segundo: los 10 puntos de ese parcial fueron demasiado poco. Los fallos repetidos en el tiro hicieron que el Clavijo no pudiera terminar de abrir el marcador cuando se fue 8 arriba (19-27), y permitieron a los locales mantenerse en el partido, casi empatar (27-28) e irse al descanso sólo 3 abajo (27-30).

En el tercer cuarto, lo mismo. El Caja Rioja defendía bien, atacaba mal, y aún así consiguió irse de nuevo 8 arriba (35-43) coincidiendo con un par de intervenciones del joven Borja Arévalo. Pero de nuevo: malos tiros, pérdidas, alguna mini-falta de ésas que sólo se le pitan al equipo de fuera... y el marcador 41-43 al último parcial.

Pero llegó el último cuarto, y las cosas cambiaron. Simplemente, porque el Caja seguía fallón, pero al Santurtzi se le ocurrió meter algún triple. Fue sencillo: los locales metieron más de 20 puntos en un cuarto (28) y el Caja sencillamente no fue capaz. Con un 2/18 en triples, con gente como Chavis Holmes decididamente fuera de todo (y eso que aún así hizo 13), sin defensa al final... El Caja cayó, y con merecimiento. Ahora toca arreglarlo.