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ROBERTO GLEZ. LASTRA
Domingo, 20 de septiembre 2009, 11:08
Un ejército y, además, descoordinado. La Rioja espera ya la llegada de la legión de temporeros que cada año atrae la vendimia. Muchos llevan ya varios días en La Rioja Baja, pero el grueso del contingente 'desembarcará' a partir de mañana con la generalización de la recogida de uva en toda la comunidad.
Si el pasado año la llegada de un millar de subsaharianos provocó problemas, muchos de ellos en calles y pasajes de la capital, los augurios para esta campaña no son mucho mejores, aunque en este caso la denominación de origen lleve etiqueta nacional. La crisis económica ha dejado su sello en todo lo que ha rozado y las campañas agrarias no escapan a la coyuntura actual. Así ha ocurrido ya en la recogida de fruta en Lérida y en la vendimia en La Mancha, donde a la tradicional mayoría de portugueses y rumanos se han sumado cientos de españoles y latinoamericanos, muchos de ellos ex empleados del castigado sector de la construcción.
Aunque con picos de hasta 10.000 personas trabajando en los viñedos riojanos -sobre todo los fines de semana, con los más de 4.000 viticultores, familiares y amigos-, las estimaciones calculan que la vendimia ocupa a unos 3.000 temporeros. Los contratados tienen asegurado por ley el alojamiento a cargo del contratador. El problema viene -o puede venir- con los desempleados. Por si acaso, La Rioja se ha preparado.
En este sentido, desde la Delegación del Gobierno en La Rioja, Gustavo Gauthier, tras destacar que «hasta el momento la tranquilidad es absoluta», advierte de que a través de la Policía Nacional y la Guardia Civil, en coordinación con la Policía Local, «se va a intensificar la vigilancia para que se cumplan las leyes y se respeten los derechos de los temporeros y del resto de ciudadanos».
Diecinueve inspectores
Gauthier también destaca que durante toda la vendimia se pondrá en marcha un operativo de control para que se respete la legalidad en el campo. De hecho, toda la plantilla de la Inspección del Ministerio de Trabajo -19 personas, 9 inspectores y 10 subinspectores- se implicará en la campaña para, junto a los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado, la realización de controles y la persecución de las contrataciones irregulares y las prácticas mafiosas. «La crisis no va a ser excusa y se perseguirá la contratación ilegal de temporeros, máxime cuando hay mano de obra suficiente», destacó el asesor del delegado del Gobierno.
Lo ocurrido el pasado año ha activado las alertas en el Ayuntamiento de Logroño, que, a través de la Mesa contra la Pobreza, que aglutina también a Cáritas, Cocina Económica, Cruz Roja y Banco de Alimentos, ha ultimado un completo dispositivo al que destina 50.000 euros, según resume Pilar Criado, concejala de Derechos Sociales.
Entre las novedades destaca la apertura pasado mañana, martes, de una oficina de atención al temporero que estará situada dentro de la estación de autobuses, en concreto en el local municipal cedido a ATIM-Rioja, que colaborará en las tareas de traducción. Permanecerá abierta un mes, de 9 a 14 y de 17 a 20 horas.
El plan diseñado no ha olvidado la infraestructura necesaria para el alojamiento y alimentación de los temporeros que puedan llegar. Además de las 93 plazas existentes en el Centro Municipal de Acogida de la calle Herrerías y de un local de Cáritas en La Estrella, se dispone de una docena de plazas en Salvatorianos. «En caso de una gran avalancha, se ha previsto el uso de los polideportivos municipales de Yagüe y San Francisco», destaca Criado.
Educadores de calle y voluntarios de Cruz Roja completan un dispositivo que se cierra con el Banco de Alimentos y la sede de la Cocina Económica en Rodríguez Paterna, 21, donde se doblarán los turnos. El plan se redondea con el despliegue de la plantilla de la Policía Local y con un refuerzo de la limpieza de calles y pasajes. Pese a todo, Pilar Criado no olvida apelar «a la paciencia y la solidaridad de los logroñeses».
Demandas sindicales
Desde ARAG-Asaja, su secretario técnico, José Antonio Torrecilla, pronostica que «va a venir la gente que tenga que venir, otra cosa es la que pueda trabajar, porque la cantidad de mano de obra necesaria desciende cada año con la extensión de la mecanización de la vendimia, más barata, ya que el futuro del sector pasa por la reducción de los costes de producción».
Mientras, el coordinador sindical de UAGR, Luis Torres, destaca que «el agricultor cumple escrupulosamente la ley, que es como debe ser, pero no se le puede culpar de que haya gente durmiendo en la calle. Nosotros deseamos que se dignifique la situación de los temporeros y ésa es una responsabilidad de los poderes públicos».
Finalmente, desde UGT, en vez de UPA toma la palabra FTA-UGT, que, por boca de Begoña Armas, secretaria de Migraciones, alerta de que «este año va a haber mucha gente durmiendo en la calle o en fincas y muchos acabarán en manos de las mafias». Por ello reclama la implicación del Gobierno de La Rioja, que «debe hacer una planificación en condiciones como se hace en otras comunidades con la creación a través del Servicio Riojano de Empleo de una bolsa de temporeros real y centralizada».
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