En la Fiesta matea / tira el cohete Varea

M i desconocido señor Varea: Digo desconocido porque no tengo el gusto de conocerle personalmente, aunque su figura en los medios de comunicación suelo verla reproducida de dos a tres mil veces por semana. Bueno, el caso es que estas cuatro líneas las he escrito tras haberme enterado de que en las próximas Ferias y Fiestas de San Mateo, Fiestas que usted organiza, se ha reservado el honor, con el beneplácito de «monamí» Tomás, de tirar el chupinazo iniciador de las Fiestas en la plaza del Ayuntamiento. Desde aquí, y aunque muy brevemente, quiero ser el primero en darles la enhorabuena. Uno: por hacer como Juan Palomo, ustedes se lo guisan, ustedes se lo comen. Bien hecho. Dos: por coincidir casualmente en su persona, el protagonista más prestigioso que ambos conocen para tirar el dichoso cohetito de los cojones. Y tres: por no haber querido (y algún día esa excesiva modestia suya le va a traer algún disgusto) que le nombren ni vendimiador mayor, ni obispo, ni jefe de la banda (de música, me refiero), ocupaciones todas ya dignamente ejercidas. Y acabo, pero, antes, permítame su señoría que le haga una corta pregunta. Verá, gracias a la gentileza del Ayuntamiento, suelo recibir en mi domicilio, que es el suyo (y espero que se dé cuenta de que la anterior únicamente es una frase de cortesía), un, a modo de cuadernillo, que me imagino se paga con mis impuestos y sirve especialmente para mayor prez y gloria de los ediles socialistas, sus pompas y sus obras. (Nunca mejor empleado mi dinero, por otra parte). Bueno, pues en uno de los últimos se podía leer lo siguiente: «El 19 de septiembre comienzan las 53 Fiestas de la Vendimia. Para ir abriendo el apetito, el concejal de Festejos, Ángel Varea, ha presentado ya el programa festivo. Este año el presupuesto encoge hasta los 603.000 euros, un 25% menos que en el 2008, pero la calidad se mantiene». O sea, que vamos a ver, si las Fiestas este año, nos van a costar más o menos cien millones de pesetas y el año pasado se hicieron unas de la misma calidad, pero por 125 millones de pesetas, duro arriba, duro abajo, un servidor que no es político ni tan siquiera vendimiador mayor (porque no me da la vuelta la faja, ¡qué conste!), se le ocurre preguntar, ¿ dónde se echaron los 25 millones que al parecer el año pasado se gastaron por gastar? Pero bueno, pelillos a la mar, pasen buenas fiestas y hasta el sábado que viene, si Dios quiere. Y ya saben... no tengan miedo.

Nota.- Sr. Varea: Si se presenta esta tarde al concurso de recortadores, puedo asegurar que, con un 25% de recorte, lo gana seguro. ¡Ánimo, que puede ser un trofeo más, que «monamí» le entregue, agradeciéndole sus votos... ¡Ayva sus votos...! perdón hombre, su gestión. ¿En qué coño estaría pensando yo?