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M. FÉLEZ LA RIOJA
Jueves, 10 de septiembre 2009, 10:49
Ayer comenzó la vendimia en la cooperativa Viñedos de Aldeanueva de Ebro, generalizándose así las labores que ya habían comenzado un día antes en otras bodegas aldeanas. La cooperativa tiene 2.600 hectáreas de las 5.000 con las que cuenta el entorno de Aldeanueva de Ebro. Este año sus previsiones apuntan a que la recogida será similar en cantidad a la de años anteriores, en torno a los 20 millones de kilos de uva. El verano caluroso y falto de lluvias ha propiciado el adelanto de una semana de la vendimia, que durará alrededor de mes y medio en esta localidad riojabajeña.
Esta bodega, que ayer tenía ya el ajetreo propio de los primeros días de vendimia, cuenta en la actualidad con 800 socios en activo aunque su masa social supera los mil socios, ya que son muchos los jubilados que siguen perteneciendo a ella.
La diversidad varietal y de altitud de las parcelas de Aldeanueva de Ebro hacen que la vendimia se vaya realizando por fases. «En un principio se comenzará con el tempranillo de las zonas más cercanas a la ribera del Ebro para finalizar dentro de mes y medio con las variedades mazuelo, graciano y garnacha de las zonas de más altitud, como pueden ser las cercanas a Yerga», explicó Abel Torres.
El gerente de la cooperativa asegura que «si las cosas no se complican con fuertes lluvias, la calidad de la uva de esta zona puede ser superior a la del resto de La Rioja, que no ha visto la lluvia en todo el verano», comentó recordando las dos pequeñas trombas de agua caídas en el mes de agosto y que «fueron muy buenas para la zona».
También argumentó que va a ser un año de poca graduación. «En estos momentos estamos en torno a los 12,5 y 13 grados y tenemos la suerte de que se está conservando toda la hoja en el viñedo, que conseguirá que se termine bien la maduración fenólica de las uvas.
Es esta primera fase de la vendimia, son muchos los agricultores riojabajeños los que están pendientes de la climatología, ya que existe un gran riesgo de que las cosas no vayan bien para una uva, que hasta el momento se encuentra en un perfecto estado de salud. «Al haber hecho tanto calor durante el verano y al no haber diferencias térmicas considerables entre el día y la noche, la piel de la uva está muy delicada y cualquier lluvia que supere los 15 litros por metro puede ser muy perjudicial», explicó.
Así desde los campos riojabajeños se desea con fuerza que el cierzo comience a airear la comarca para que la piel de las uvas se endurezca.
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