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Ignacio se encara con un jugador visitante./ FERNANDO DÍAZ
El Calahorra necesita dos goles
FÚTBOL

El Calahorra necesita dos goles

Los rojillos pierden su primer partido, que se jugó bajo una fuerte tormenta

LUIS J. AYENSA

Lunes, 25 de mayo 2009, 10:53

La Planilla vivió los primeros 90 minutos de la primera eliminatoria de la promoción de ascenso entre el Calahorra y el Jerez Industrial, con una invitada inesperada que se dejó sentir mucho en el desarrollo del encuentro como fue la gran tormenta que descargó sobre la ciudad durante todo el partido y que convirtió el césped en una auténtica piscina. A pesar de ello los dos contendientes brindaron un partido con emoción, lucha y mucha entrega, que suplieron al juego técnico que encallaba una y otra vez en los charcos.

Había que jugar con cabeza. En los primeros 45 minutos, la posesión estuvo muy nivelada, con los rojillos replegados por el césped. Joseba comandaba por delante de la defensa el juego local con pases en profundidad para sus hombres de arriba. Félix Del Puente, que se movía de una banda a otra buscando espacios, Ignacio, que imprimió mucha velocidad a la salida del balón hacia arriba, y Sota y Fúriga peleando en las inmediaciones del área.

Por su parte, los hombres de Fontana jugaron con sus armas, una línea fuerte atrás, que dejaba muy pocos espacios y un ataque dirigido por Rafa Caro, que tuvo en David Díez a su socio en búsqueda del gol. En el minuto 6, avisaba Rafa Caro de disparo desde la frontal que puso a prueba al cancerbero local. Los visitantes sólo conseguían finalizar con disparos lejanos. Los locales buscaban el juego rápido, cortando los intentos jerezanos, y sirviéndose de su velocidad para tratar de llegar al área de Bello. Pero para marcar hay que disparar entre los tres palos, que fue lo que no hicieron los hombres de Abadía. En el 25, surgió la mejor ocasión de los rojillos. Sota aprovechaba un balón dentro del área y totalmente solo dispara rozando la base del poste.

El primer fallo en la defensa calagurritana costó el primer y único gol de la tarde. El balón golpeó en la espalda de un defensor calagurritano y David Narváez lo controló, profundizando en el área y colocando el esférico en el fondo de las mallas, lejos de las manos de Moisés. Un gol que hizo mucho daño a los hombres de Abadía que vivieron sus peores instantes, pero de los que salieron vivos.

En el 38 Moisés sacaba casi de dentro de su portería el disparo de cabeza de Narváez, que remataba dentro del área pequeña, y casi al filo del descanso Rafa Caro rompe por la derecha, apuró la línea de fondo y sirvió a Servando, pero Moisés sacó el balón de la misma escuadra. Al fin, llegaba el descanso para coger fuerzas y oxígeno.

Demasiada agua

De vuelta al césped, una auténtica piscina, los equipos buscaron y apostaron por el juego directo. Carlos Fontana quería amarrar el resultado y retrocedió líneas en torno a su área para defender con uñas y dientes el resultado, sin dejar lugar a la posibilidad del empate rojillo.

El Calahorra jugó con fuego, volcado para la búsqueda de la igualada, que no encontró. En el minuto 59 Moisés logró desviar a saque de esquina un disparo lejano de Julio, que el bote casi introduce dentro de la portería. El Jerez se sentía cómodo, creando zarpazos que podían dejar sentenciada la eliminatoria. Por ello Abadía dio entrada a Rubén Ruiz, en un intento de reforzar el centro de la zaga y a Raúl, buscando renovar la pólvora rojilla. Otro intento visitante, en esta ocasión de las botas de Manu, le quitó la pintura al larguero desde la frontal. Y en la jugada posterior, sería Moisés quien evitaría el segundo gol andaluz con su cuerpo ante el cañonazo de Selu.

Los últimos 10 minutos fue un querer y no poder de los hombres del Calahorra, jugando con más corazón que con cabeza.

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