«A veces debería ser más duro»

- A nivel personal, ¿cómo se ha encontrado este año en Logroño?

- No puedo hablar mucho de la ciudad porque apenas la conozco. Sólo salgo en ocasiones muy contadas, paso mucho tiempo en el Palacio, viendo vídeos... Quizá lo más duro sea la soledad. No tengo amigos fuera del balonmano y eso es difícil: no puedes ser amigo de tus jugadores porque nunca dejan de ser tus jugadores, y la gente de la directiva es quizá más mayor y tiene su familia. Eso quizá haya sido lo más difícil de sobrellevar. Me falta conocer Logroño desde ese otro punto de vista.

- ¿Cuál es la relación de Jota con sus jugadores: más paternalista, más dictatorial...?

- Es una mezcla de todo. Creo que a veces debería ser más duro. Sobre todo a los chavales jóvenes les trato casi como un padre: hablo mucho con ellos, les acabo cogiendo mucho cariño... Creo que debería ser más exigente.

- En un año hemos pasado de ver pancartas en el pabellón a favor de la renovación de cierta gente (Diego, Havard) a ver un gran cartel diciendo 'gracias Jota'. ¿Cómo se vive eso?

- Con ilusión, aunque sabes que puede ser sólo la opinión de una persona. Pero es cierto que los entrenadores vivimos en una posición singular y personificamos tanto el éxito como el fracaso. Creo que ese 'gracias' iba por todo el equipo. Es un refuerzo positivo porque la temporada anterior fue muy dura.

Reinvención anual

- El equipo se reinventa cada año. ¿Hasta que punto es buena esa convulsión anual?

- En general, reinventar un equipo cada año no es positivo. Hacer contratos anuales tiene la ventaja de que, si un jugador te sale mal, acaba su contrato, fichas a otro y ya está. Pero ahora tratamos de fichar más a largo plazo y con una opción por parte del club. La ventaja que tenemos es que mantenemos una base de jugadores que llevan varios años con nosotros. Siempre está bien cambiar tres o cuatro jugadores, para ver que el proyecto está vivo. Un equipo completamente cerrado no es bueno; uno tan abierto como el nuestro, tampoco. Hay que buscar la mezcla, que es lo que pretendemos con esa fórmula del 1+2: lo fichamos por un año y, si nos convence, lo renovamos.

- ¿Qué necesitamos para que un riojano llegue a jugar en el Naturhouse y en Asobal?

- Potenciar la cantera. Pero es algo muy a largo plazo. Tenemos que ser conscientes de la realidad: los campeones de La Rioja en categorías inferiores aquí se pasean, pero cuando salen a nivel nacional pierden de calle. Hay que empezar una estructura desde abajo, desde que son muy pequeños, para enseñarles bien. En este sentido, tenemos un proyecto con el Ayuntamiento que esperamos poner ya en marcha la temporada que viene.