Un día clave

Pero ojo: quien mire la tabla clasificatoria, vea al Cuenca en plena lucha contra el descenso y piense «esto está hecho» se equivoca. Y se equivoca mucho. Cuenca 2016 es un recién llegado, sí, y está pagando algunas novatadas en la Asobal. Pero tiene un plantillón, y por fin le está sacando partido. «Es un equipo claramente en alza», advertía ayer el técnico del Naturhouse, Jota González. «En esta segunda vuelta han conseguido ya más puntos que en toda la primera vuelta».

Eso, salvando las distancias, un caso parecido al de Antequera, porque llega al Naturhouse en el mejor momento de la temporada; y además el juego es, también salvando distancias, parecido al de los malagueños. «Tiene jugadores de muchísimo caché, que cada vez se van conjuntando más», advierte González.

Defensa, y más

Otro parecido con el equipo antequerano: «Una defensa durísima, de muchísimas exclusiones; habrá que estar atento para darle continuidad al ataque». Esa defensa durísima fue la clave en el partido de la primera vuelta: el Naturhouse jugó mejor, pero no supo sortear la zaga rival en la segunda mitad y acabó empatando.

Pero no es lo único que tiene Cuenca. De hecho, la primera línea de Cuenca se puede situar, sin exagerar ni un pelo, entre las mejores de la liga: Dawid Nilsson, Diego Pérez Marne (esperado regreso del leonés al Palacio) y Vladimir Petric forman un trío que puede sacar de la cancha a cualquier rival.

¿Cómo llega el Naturhouse al encuentro? Ha perdido a Miguel Ángel Velasco, y habrá que ver cuánto le quita eso de velocidad a la rotación de los franjivino. Y también viene de frenar (y frenar en seco) su buena racha en Antequera. Aunque eso, quién sabe, podría tener hasta su lado bueno.

«Perder siempre tiene un aspecto positivo», señala Jota, «porque te devuelve a darte cuenta de que tienes que estar siempre al 120% porque si no, no ganas a nadie». Una derrota, en fin, «te hace espabilar».

¿Qué debe hacer el Naturhouse para ganar? Como siempre que uno se enfrenta a una defensa especialmente contundente, lo principal puede ser la continuidad del balón: que los riojanos sepan no caer en las faltas de los conquenses (y que los árbitros también estén en su lugar) y que no se repita lo de Antequera: allí, la defensa local supo sacar del partido a los riojanos, que perdieron los papeles (y muchos balones) facilitando el contraataque contrario.

Cuenca será duro. pero si el Naturhouse quiere aspirar en serio a Europa, debe vencerle. Los riojanos quieren seguir aferrados a su sueño, y eso pasa por ganar hoy.