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Naturhouse 36 - Portland 31

Un triunfo deverdad

El Naturhouse La Rioja derrota al Portland con absoluta autoridad tras un gran partido

RAFA ELÍAS

Lunes, 30 de marzo 2009, 16:17

El equipo laboró desde el principio buscando su momento y éste llegó para regocijo de la grada que disfrutó como nunca del juego de los suyos y acabó a ritmo de'olés'.

Jota González había preparado -como viene siendo habitual- un partido de alto ritmo. Había que correr para tratar de desgastar a los pamplonica y que estos acusaran las bajas. Un ritmo alto conlleva el riesgo de cometer errores, pero es algo que el técnico tiene asumido. Dicho y hecho.

Desde el inicio, el Naturhouse corrió, aunque el Portland fue el primero en adquirir una mínima ventaja. Fue por poco tiempo. Entre los minutos siete y ocho, Jorgensen y Kjelling fueron excluidos y los franjivino se pusieron por delante. El Portland pagaba su dureza, mientras que el Naturhouse seguía a lo suyo.

Jota cambió el 5-1 inicial al 6-0 y comenzó el intercambio de goles. Jorgensen volvió a ser excluido a los doce minutos lo que lastraba a los navarros en defensa. Con todo y con ello el Naturhouse no conseguía despegarse pero tampoco perdía los nervios. Sabía que se trataba de ganar en el minuto sesenta y no antes.

El Portland, a falta de un director de juego, se enganchaba al partido con acciones individuales. A los navarros les faltaba continuidad a pesar de los esfuerzos de Mindeguía, que apunta maneras de buen jugador. Por su parte el Naturhouse La Rioja comenzaba a rotar jugadores y la sensación era buena porque cada uno aportaba lo suyo. De esta manera se llegaba al descanso con 17 a 15, un resultado que dejaba el partido muy abierto.

Esperar la ocasión

El Naturhouse no cambió ni un ápice su estilo tras el descanso a pesar de la reacción de los visitantes. Los de Jota González sabían que tendrían su oportunidad. había que mantenerse firme y aprovechar la ocasión de 'matar' el partido cuando llegara.

El Naturhouse corría cuando podía y en ataque estático movía a la defensa antoniana de una esquina a otra. Ya no sólo había que buscar el gol. Se trataba de sacar petróleo del cansancio de los enemigos.

El partido terminó de romperse a falta de algo más de siete minutos para su conclusión. Un despiste de Mindeguía y la protesta de Villaldea dejaron al Portland con dos hombres menos y el Naturhouse sentenció a la contra. El Palacio se convirtió en una fiesta. En la cancha caía el primer grande y el público lo celebró. La grada lo merecía porque había hecho su trabajo desde el inicio del encuentro.

Al término del encuentro había que sacar muchas conclusiones. La defensa había funcionado, lo que permitió lanzar los contragolpes. En el ataque estático se buscaron soluciones y el equipo no se arrugó cuando el Portland intentó imponer su defensa.

Después de disfrutar del triunfo toca pensar en la próxima salida a Antequera, que ayer ganó. Un partido complicado en una cancha difícil, pero no imposible para este equipo. A partir de ahí, lo que tenga que llegar se asumirá con toda naturalidad.

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