El día de los otros

Y sí, ahí estaban. Vigo tiró del carro cuando la cuesta estaba más empinada, a Torrego le dio por convertirse en una pared cuando el partido anochecía, y Luba Pavlovic tiró, acertó y, por fin, rompió el empate. Entre los unos (los de siempre) y los otros, los «nuevos», hicieron posible la hazaña: el CAI Aragón cayó ayer en el Palacio.

La cosa había empezado muy peluda. De hecho, para cómo había ido, la primera parte no acabó tan mal. El Naturhouse se fue al descanso con un honroso 14-16, cuando durante gran parte de esos 30 minutos había ido a la deriva. Los primeros instantes fueron de tanteo y toquecitos, pero cuando el 3-3 llegó al marcador, el Naturhouse desapareció durante un buen rato.

Mal inicio

Fue ése un rato inacabable, con demasiados errores en ataque, mientras en defensa se podían detener algunas cosas, pero no al tremendo Dalibor Doder: hizo 8 goles en la primera parte, algunos de una altísima calidad y desde zonas muy complicadas. Con eso, una buena defensa y la empanada de los riojanos (y Pablo Hernández, porterazo) el CAI hizo un 0-6 que abría una brecha muy importante.

Para el minuto 20, Jota González había utilizado a todos sus jugadores. Había empezado Víctor Vigo al mando, pero buscando otras soluciones Jota puso a Velasco. No funcionó. Así que, en el 22, Vigo volvió a la cancha.

Y menudo regreso: el coruñés casi se bastó él solito para meter al Naturhouse de nuevo en el partido. Cuatro goles seguidos para llevarse el marcador hasta el 14-16. Lo dicho: para cómo había ido, ni tan mal.

La segunda parte iba a ser otra historia distinta. La claridad que había visto Vigo en el final de la primera parte seguía ahí: el camino hacia la línea de 6 metros parecía abierto, y el CAI caía una y otra vez en los penaltis que forzaban los riojanos. Stojanovic los marcaba (casi) todos.

En defensa, mientras, Jota renunció al 5-1 de su corazón para cerrarle los espacios a Doder. El sueco empezó a ver la portería un poco más lejos y un poco más tapada: por Armand Torrego.

En los últimos 13 minutos de partido, Torrego paró 6 de 9. Una barbaridad, que acabó matando a los aragoneses. En ese rato, también, 'Luba' Pavlovic hizo tres goles sin fallo, Stojanovic seguía metiendo penaltis, Vigo se marcó un golazo... Sólo Pablo Hernández, unos cuantos postes y el mal día de los zurdos (sobre todo de un desafortunado Jon Belaustegi, que perdió dos balones en los últimos tres minutos) llevaron el infarto al final.

Sorrentino hizo el 26-26 a falta de minuto y cuarto. Belaustegi la perdió, y cuando Romero tiraba fuera el rechace, sonó el tiempo muerto de Jota que le daba otra vez el balón a los suyos. Un barullo. Una jugada rota. Luba se cae, le empujan, suelta el brazo. Gol. No más empates: victoria.