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V. SOTO
Domingo, 25 de enero 2009, 20:45
El viento barrió ayer La Rioja con una fuerza casi olvidada. Desde primeras horas de la madrugada, cuando sus efectos comenzaron a notarse en La Rioja Alta, hasta media tarde, cuando el temporal salió por La Rioja Baja, el viento dejó una estela de pequeñas destrucciones a su paso, aunque sin lamentar daños personales. Ocón fue la localidad en la que Eolo sopló con más virulencia, con rachas que superaron los 182 kilómetros por hora. Mientras, en otras localidades como Ezcaray se alcanzaban los 155 kilómetros por hora y en Logroño rondaban los 90 por hora.
«No ha sido el temporal más grave, pero sí el más estresante», resumía Miguel Sainz, director general de Interior. «Hemos contabilizado cantidad de pequeños incidentes que hemos intentado resolver con la mayor movilización en la historia, con 566 personas desplegadas por toda la comunidad», añadía Sainz. El operativo comprendía desde 150 agentes de la Guardia Civil a 108 efectivos del Seris, 59 bomberos del CEIS y de Logroño o 46 agentes de Medio Natural, entre otros.
Los daños han sido variados y cuantiosos. Desde la casi total destrucción del graderío de los campos de Prado Viejo a la caída de la antena repetidora de El Cortijo, que da servicio a Radio Rioja, Los 40 Principales, M-80... y cuyo arreglo costará más de 300.000 euros, pasando por cortes de carretera en Badarán o Villalobar o caídas de árboles en la vía férrea.
Entre hoy y mañana comenzarán las peritaciones de los daños, que han afectado tanto a particulares como a municipios, con especiales destrozos en infraestructuras y mobiliario urbano.
Problemas de madrugada
Los momentos más peligrosos de la jornada se vivieron al filo de las cinco de la madrugada, cuando bomberos y diversos cuerpos trataban de limpiar varias vías colapsadas por árboles caídos. Antes de concluir el trabajo tuvieron que retirarse ante el peligro que corrían sus vidas y luego reemprenderlo, con el viento ya más calmado.
En total, SOS Rioja contabilizó hasta las 18 horas de ayer 1.613 llamadas, que conllevaron 825 partes de incidencias. Las caídas de edificios y muros, con 138 intervenciones, y las caídas de árboles, con 90, fueron los problemas más comunes.
El viento sólo provocó la caída de una motorista en las cercanías de Santo Domingo, que fue trasladada en ambulancia pero con heridas leves. Ningún otro accidente fue ayer achacable a la meteorología, aunque sí sufrieron daños numerosos vehículos estacionados por caídas de árboles o fragmentos desprendidos. También se produjeron daños en las vías férreas, con dos cortes temporales de vía por caída de vegetación, mientras que el aeropuerto de Agoncillo funcionó con normalidad.
Después del temporal de viento, cuyos últimos efectos se dejarán percibir a lo largo de la mañana, la Agencia Estatal de Meteorología ya ha señalado para La Rioja el nivel de alerta amarilla (riesgo bajo) por nieve en la cordillera Ibérica.
Las condiciones meteorológicas de los últimos días han traído como consecuencia que los pantanos riojanos sufran un espectacular aumento en sólo cinco días.
La masa de aire cálido que se ha registrado en la región ha chocado con la nieve existente en las sierras y ha provocado un deshielo brusco. Así, del 19 de enero hasta ayer, el embalse de Mansilla ha pasado del 71,9% de agua embalsada al 87,3. Mientras, González Lacasa ha visto incrementar su nivel de las aguas del 65% al 72,5% y Pajares ha aumentado del 77,4% al 82,5%.
También los ríos, como el Oja a su paso por Haro, ha llegado a doblar su caudal en apenas doce horas, pasando de 15 hectómetros cúbicos a medianoche a 32,5 a las 14 horas.
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Justo Rodríguez
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