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RAFA ELÍAS
Domingo, 19 de octubre 2008, 15:01
Si después del partido de ayer el Naturhouse logró sumar un punto es que este equipo está llamado a hacer algo bueno durante la temporada. Básicamente porque es difícil cometer tantos errores durante la primera mitad. El equipo franjivino llegó tarde al partido. Lo hizo en el minuto veinticinco. Hasta entonces el Naturhouse fue una mala sombra del grupo que empató en Pamplona.
Tampoco se marchó contento Antonio Carlos Ortega. Su equipo había desperdiciado una ventaja de siete goles y se marchaba con tan sólo un punto después de haber acariciado la victoria durante muchos minutos.
El Antequera cogió el ritmo pronto. La defensa 6:0 planteada por Ortega daba sus resultados. La tropa de Jota González se estampaba contra el muro verde y cuando miraban a portería se encontraban a Jorge Martínez. El asturiano desencajó a los lanzadores locales con una gran actuación.
Canca dirigía y Chelu Cid marcaba. Era un guión sencillo, pero doloroso para la parroquia local, que asistía en silencio al suicidio de los suyos.
El Naturhouse estaba descompuesto y eso se traducía en pérdidas absurdas, balones que se caían de la mano o pases a la grada. Poco antes del descanso, el Naturhouse ajustó un poco la defensa, recuperó un par de balones y se aferró al partido. Un 3-0 de parcial, dejó el marcador con cuatro goles de ventaja para los visitantes (8-12).
Corazón sin cabeza
Tras el descanso, parecía haber algo más de frescura en ataque, aunque en defensa no se obtenían soluciones demasiado eficaces.
Finalmente Jota cambió algo el dibujo y apretó a Canca. Se trataba de obligarle a realizar un desgaste extra para ralentizar sus movimientos. La alternativa parecía dar sus frutos porque la defensa consiguió tapar huecos y Torrego a parar los lanzamientos. rivales. De esa manera no sólo se niveló la balanza, sino que los locales se pusieron por delante en el marcador. Pero no se pudo culminar la remontada. El encuentro entró en una dinámica de errores, pérdidas y nervios que no ayudaron a ninguno. La última posesión fue para el Naturhouse que se topó con el rival sin poder encontrar un hueco. Empate y gracias.
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