Justicia apoya el censo de desaparecidos y muertos en la Guerra Civil

El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, calificó ayer de «buena iniciativa» la decisión del juez Baltasar Garzón de elaborar un censo de republicanos asesinados y desaparecidos en la Guerra Civil y la posterior represión franquista. Fernández Bermejo, que rechazó opinar sobre si el juez es competente para instruir este caso, consideró que ese listado devolverá la paz a muchas familias que aún buscan a sus desparecidos.

El responsable de Justicia dejó claro su «respeto absoluto» hacia la actividad procesal iniciada por el juez y expresó la disposición de su departamento de colaborar con los datos de los desaparecidos posteriores al 17 de julio de 1936 que obran en poder de la Dirección de Registros y del Notariado.

Bermejo señaló durante la presentación de la Memoria Anual de la Abogacía que la elaboración del censo supondrá un «enorme esfuerzo», pero consideró que será «una buena forma de poner las cosas en su sitio para todos los que no han tenido la oportunidad de saber que sus seres queridos están identificados y se sabe dónde están».

El ministro recordó que la Fiscalía ha rechazado la apertura de la investigación en un informe «muy denso» que negaba la competencia al juez. «No seré yo quien entre en un debate jurídico», señaló, pero recordó la existencia de «resortes para que en el supuesto de que no exista competencia eso quede depurado».

Barrabasadas

Las críticas más duras al juez Garzón llovieron de nuevo desde el PP. Su presidente de honor, Manuel Fraga, ministro en la dictadura, se quejó de que algunos pretendan estudiar lo que hicieron los franquistas «olvidando que del otro lado hubo muchas más barrabasadas, como es absolutamente obvio». También rechazó que bastantes republicanos fueran represaliados porque «muchos se fueron a México con el famoso barco cargado de tesoros artísticos, hicieron muchísimo dinero y una gran cantidad de ellos no han tenido que dar cuenta de esos hechos, más graves en mi opinión».