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A CASA. Domenech da explicaciones a la prensa tras la eliminación de Francia en la primera fase del Europeo. / AP
El romántico inoportuno
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El romántico inoportuno

El seleccionador francés, Raymond Domenech, pierde sus últimos apoyos tras pedir en matrimonio a su compañera en directo por televisión recién eliminado

F. ITURRIBARRIA

Jueves, 19 de junio 2008, 02:36

Petición de mano y metedura de pata. Raymond Domenech ha perdido los últimos apoyos para permanecer como seleccionador tras su extemporánea solicitud de matrimonio a la madre de sus dos hijos en directo por televisión nada más ser eliminada Francia de la Eurocopa. Ante los micrófonos de M-6, cadena de televisión que retransmitía el partido y en la que trabaja su compañera, declaró: «Sólo tengo un proyecto, casarme con Estelle. Esta noche se lo pido en serio».

En el entorno de la periodista se dice que Estelle Denis, presentadora de una tertulia nocturna en la que se ceban con el padre de sus hijos, Victoire y Merlin, no recibió bien que su vida privada fuera expuesta de esa forma ante todo el país. «¿Qué mosca le habrá picado?», se preguntó, según comentaron compañeros de la redacción. La petición de mano televisiva, una falta de gusto según las críticas más moderadas, revela el estado de ansiedad por el que atraviesa el seleccionador francés cuya cabeza está en la picota de la opinión pública.

Antes de hacer las maletas y emprender vuelo de regreso a París, Domenech se justificó en una última comparecencia ante los periodistas en la localidad suiza de Chätel-Saint Denis. «Perdón por haber tenido una pizca de humanidad tras mi caparazón de seleccionador en un momento en el que debería haber estado frío y profesional. Tuve ganas de decir a la gente que amo que la amo. No reflexioné, salió así. Fue un momento de humana debilidad, de sinceridad y emoción total», alegó.

Domenech reconoció que fue un «error de comunicación» y que no debería haber cedido a «un impulso». «Los jugadores también, apenados, cogieron el teléfono y llamaron a su mujer, a su hijo. El mío me envió un mensaje para decirme que me quería. Vi a jugadores llorando, jugadores enfadados, que tiraron sus botas en el vestuario. Hubo verdaderos momentos de emoción. Me vuelvo a poner mi traje de seleccionador frío. Por un instante no fui un robot», concluyó.

Los detractores del técnico, que son legión, creen que recurrió a tocar la cuerda sensible para eludir la rendición de cuentas en caliente por el fiasco total de Francia en Suiza. Los 'bleus' quedaron los últimos del 'grupo de la muerte' con un punto y un gol marcado. Por primera vez desde el mundial de Argentina-78 perdieron dos partidos seguidos en la fase final de una gran competición, ante Holanda y ante Italia.

El pliego de cargos es interminable: confianza ciega en los veteranos, improvisación en las alineaciones, incoherencias en los cambios, falta de liderazgo, inconstancia táctica, aislamiento excesivo, bloqueo a la prensa... La opinión casi unánime diagnostica un fin de ciclo que requiere una nueva dirección en el banquillo para dar un radical golpe de timón. Makelele y Thuram ya han anunciada el final de su carrera internacional.

Todos en contra

Antiguos campeones del mundo en Francia-98 se han sumado al coro que exige a gritos la puesta en funcionamiento de la guillotina. «Después de una eliminación como ésta lo mínimo es que Domenech sea destituido. Hay que pasar a otra cosa y no se puede hacer con el mismo entrenador», opinó Bixente Lizarazu. «Los jugadores están desorientados pues cambia de ideas sin parar. Todo fue mal desde el principio. No jugamos a nuestro nivel», juzgó Marcel Desailly.

La federación francesa, con la que Domenech tiene contrato de seleccionador de la absoluta hasta 2010, se limitó a publicar una nota en la consideró la eliminación «prematura» y encargó a su presidente presentar conclusiones y propuestas en el próximo consejo federal del 3 de julio.

Hasta esa fecha promete arreciar la campaña a favor de Didier Deschamps como nuevo seleccionador y revulsivo capaz de renovar un equipo huérfano de Zinedine Zidane. Los observadores con más edad recuerdan que a Francia le costó diez años reencontrarse con el éxito tras la retirada de Michel Platini, su anterior astro y actual presidente de la UEFA.

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