Pura voluntad

Faltaba poco, y todo estaba en contra. El Kupsa Teccan se encontraba a falta de 10 minutos para que terminara el partido, jugando contra un rival superior (el Valladolid, con alguna gran jugadora en sus filas) y con un marcador adverso más que rotundo: 0-3. Y sin embargo, cuando peor estaban las cosas, las chicas de naranja siguieron luchando y, por pura fuerza de voluntad, acabaron empatando el partido. Más aún, estuvieron a punto de ganar en un último minuto épico. No pudo ser, pero el empate acerca las logroñesas a la salvación.

Lo cierto es que las cosas pintaron mal casi desde el inicio. Aunque fueron las riojanas las que tuvieron las primeras oportunidades, las pucelanas empezaron mordiendo casi al inicio, en un contraataque culminado por la brasileña Kelly en el minuto 3. Las riojanas acusaron el golpe, y estuvieron durante muchos minutos sin poder salir de su campo, ahogadas por la presión de las castellanas.

Peor aún. Cuando se repusieron y empezaron a llegar a la puerta contraria (Cristina tuvo dos buenas oportunidades mediada la primera parte) se encontraron con el segundo gol del Valladolid. Fue de nuevo Kelly, y de nuevo a la contra.

La segunda parte empezó insulsa; las riojanas atacaban más, pero la calidad de las castellanas daba miedo a la contra. Y con razón, porque en el minuto 27 hicieron el 0-3, un auténtico golazo: tres toques para llegar de área a área y marcar. Precioso.

El Teccan, que necesitaba ganar para asegurarse la permanencia, no desmayó. Y hacía falta voluntad para no hacerlo. Arriesgando con portero-jugador, con fe y sin parar, las naranjas vieron que era posible. En el 30, Beatriz aprovechó un barullo para hacer el primero. De pronto, el Valladolid (quizá acusando físicamente la falta de banquillo) no parecía tan superior. Las riojanas rondaban el área, pero no convertían. Tuvo que llegar el segundo golazo de la tarde, esta vez riojano: María se fue por la izquierda y soltó un tirazo por la escuadra, sin ángulo.

El último minuto fue de locura. Cuando faltaban 13 segundos, Elena hizo el empate a la contra. Y en el último suspiro, María soltó una vaselina que se fue fuera... por milímetros.