La casa de Tomasa

Los padres y las madres estamos preocupados, angustiados, desazonados, ansiosos ante los datos arrojados por el último Informe Pisa, que si nuestros hijos no entienden lo que leen, que si leen poco, que si ¿De quién es la culpa, nos preguntamos? Quizá debamos olvidarnos de culpas y errores y deberíamos lanzarnos a la calle.

- ¿A la calle?

- Sí, a la calle, a la biblioteca pública o a la librería más próxima.

Si tiene usted la suerte de tener un niño que todavía va en carricoche corra a conseguir este cuento: «La casa de Tomasa» con más de setenta puertas y ventanas. Siente a su hijo en sus piernas y abra las puertas, las ventanas, ríase a gusto, olvídese del Informe Pisa y de lo que va a preparar para cenar y de que tiene que poner la lavadora; ríase con Tomasa y su casa.

Si es usted tan afortunado que su hijo ya tiene cuatro años recurra sin falta a «Caperucita roja» o a «Hansel y Gretel»; quizá su hijo ya no esté para lobitos y prefiera un manual en toda regla: «Manual de monstruos domésticos». Ábralo por la la página cinco donde dice: «Topamí, el monstruo de la posesividad. Topamí es malvado y traicionero. Ataca de forma inesperada, lloriqueando su famoso "mío, mío, mío»

Tal vez su niño esté en esa fase en la que todo lo que dice tiene que ver con caca, culo y pedo; también tengo algo para usted «Los Olchis», viven en Pestilanda y comen basura.

Algunos niños son masoquistas y necesitan pasar miedo, pues lo suyo es «La bruja rechinadientes» o «Cuentos de terror sobre ogros, duendes, fantasmas y otras criaturas mágicas»; si con esto no tiene bastante, hay uno infalible, «Cuentos de diablos de todo el mundo», se morirá de miedo

Si su chaval ya está crecidito, le pasa a usted la cabeza y solo lee lo que le mandan en el instituto, pruebe con «La invención de Hugo Cabret» es una novela gráfica que tiene que ver más con el cine que con la literatura.

Pero quizá su chico tenga alergia a las historias; hay algo que no puede fallar; un libro de records; sí, sí, el «Guiness world records 2006».

No se desanime, hay un libro para cada alma sea inocente, cándida o perversa; ayude a su hijo a buscar el suyo. Por cierto padre, madre... ¿cuál es el suyo?

Si todas estas pistas le han sabido a poco y quiere más, el próximo 12 de abril la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) dedica un sábado entero a descubrir las vicisitudes de la lectura en familia, los secretos de los cuentos, las incógnitas de nuestros chiquillos ¿Se lanza usted a la calle o piensa seguir lamentándose?