Adiós triunfal, pero triste

El Haro Rioja Voley jugó ayer su último partido de la temporada. Consiguió un nuevo triunfo, haciendo Hugo Gotuzzo jugar a todas las componentes del equipo durante muchos minutos, y barrió de la cancha al Ribeira Sacra, que tampoco se jugaba más que la honrilla.

Un adiós triunfal, pero como decía el propio Gotuzzo al final del partido, «un adiós triste, porque ahora cada una se va a su casa, se despide y se desune un equipo que ha basado en esa opción la unión, el éxito incomparable que ha conseguido».

Efectivamente, ayer no se veían las caras de alegría de otros partidos cuando se ganaba y se conseguían resultados importantes. Ayer significaba la despedida, se jugó con el mismo ardor de siempre, con la misma entrega y se consiguieron tantos de excelente factura. Todo muy bonito, pero también lleno de nostalgia por ese final. Todo ha finalizado con bien, con el ascenso, pero ahora toca pensar ya en la próxima campaña y el grupo no seguirá igual.

Muy fácil

En lo que respecta al partido, sensacional una vez más Pati Soto en el remate y el bloqueo, en tanto que Melisa Callo se entregaba más al primer aspecto. Williams y Meritxell, como siempre, dominando en el centro y todas las demás aportando su grano de arena en cada tanto. Destacó ayer Mireia Gramuntell, que no ha jugado mucho, pero que frente a las gallegas tuvo tiempo para conseguir interesantes tantos y trabajar en defensa a fondo.

El partido no tuvo más color que el azul, excepto los instantes en que la concentración se dejaba un poco sobre la cancha. Pero, en cualquier caso, el equipo volvió a responder cuando hizo falta con ese juego mortal que le ha dado el campeonato y el ascenso a la Superliga. Ayer fue el colofón a una gran temporada con otro partido para recordar.